Este es su segundo curso en la dirección del centro con más estudiantes de la ciudad: más de 850 y lista de espera
29 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.María Estraviz (Ferrol, 1971) lleva tres años dando clase en el Concepción Arenal, un centro que conoce bien, porque ahí estudió cuando era una adolescente. Este es el segundo curso que ejerce de directora y lo afronta con una ilusión casi contagiosa. «Es un instituto muy bueno, con muchas actividades, con unos laboratorios muy bien dotados y una biblioteca de lujo», comenta dejando patente lo mucho que quiere a estas aulas.
-Desde el año pasado en la dirección...
-El primero fue más complicado porque no tenía experiencia y con la entrada en vigor de la Lomce se complicó todo un poco, sobre todo en segundo de Bachillerato, porque hay muchas materias optativas y aquí tenemos siete segundos, así que ya solo poner los horarios de clase es una tarea difícil.
-Es el centro con más alumnos de Ferrol...
-Creo que somos más de 850 y aún seguimos recibiendo matrículas de estudiantes desplazados
-¿Cómo es ser directora en el instituto en el que estudió?
-No afecta más que positivamente, porque le tienes más cariño, sientes una vinculación más profunda, por lo demás no tiene nada que ver, claro.
-¿Qué recuerdos tiene de esa época en Bachillerato?
-Muy buenos, las clases eran, igual que sucede ahora, muy numerosas, pero el ambiente era muy agradable y pudimos acceder a una educación, sobre todo en valores, de mucha libertad, que te hacía pensar.
-¿Tiene compañeros ahora que le dieron clase?
-Síí (y se ríe).
-¿Ha cambiado mucho el Concepción Arenal?
-No sabría decirlo, porque cuando vienes como alumno tienes una perspectiva muy diferente, ya era un centro grande, pero no recuerdo las cifras. Tal vez lo que más me quedó fueron las transformaciones: recuerdo que los profesores y los alumnos fumaban en los pasillos y evidentemente en eso hemos mejorado. Otro cambio ha sido la manera de enseñar: antes estábamos escuchando todo el rato lo que decía el profesor y ahora las aulas y las actividades son mucho más participativas, por suerte.
-Cuentan con talleres...
-Tenemos un montón de actividades: el Club de lectura que organizamos aquí, pero en el que colabora el Sofía Casanova, el de teatro, va a empezar un de ciencias. En los recreos se hacen campeonatos de ajedrez y diversos partidos que llevan desde el área de educación física.
-¿Cómo está el edificio?
-Las humedades y la cubierta estás por fin reparadas, pero al ser un edificio tan antiguo necesita una reparación constante y siempre hay mejoras pendientes que vamos solicitando. Nos haría falta una unidad más para primero de la ESO y otra para Bachillerato, porque tenemos muchos alumnos, algunas clases con 30 y 33 en Bachillerato. Para atenderles mejor sería tener otras dos clases más. Hay chavales que no se han podido matricular en el centro porque no había plaza, al menos seis. No nos quejamos, esto tiene una parte buena.
-¿Cúal?
-Creo que somos el centro de Ferrol con más opciones, tener muchos alumnos nos permite ofrecer más, hasta clases de italiano. Además de la enseñanza para adultos y los ciclos formativos de la familia de Química.