Los bomberos de Ferrol realizan tres, cuatro o incluso cinco salidas diarias para destruir avispas velutinas, dependiendo del número de avisos que tengan pendientes. Los métodos que utilizan para aniquilar estos insectos consisten en quemar los nidos con unas lanzas largas que arrojan fuego o en fumigarlas con un veneno en espray.
La primera fórmula se emplea en lugares en los que no hay riesgo de provocar un incendio, pero lo más habitual ahora mismo, teniendo en cuenta que los nidos ya llegaron al centro de la ciudad y están en las fachadas de las casas, es el envenenamiento. Para ello se les introduce un líquido a través de agujero por el que entran y salen, y las avispas quedan fulminadas en unos segundos. La operación se completa con la destrucción del nido para evitar que vuelva a ser ocupado por otros enjambres.
En cuanto al fuego, los días de lluvia ese método resulta inviable, según explican los bomberos de Ferrol.
Dos salidas por nido
La destrucción de cada nido les supone dos salidas del parque, por el método de trabajo consiste en una inspección del lugar de la incidencia por la mañana, para determinar cómo lo van a hacer por la tarde-noche y qué medios necesitan.
«Todo esto limita muchos recursos a la guardia», señalaba ayer el jefe de los Bomberos, Alejandro Barreiro, añadiendo que en ocasiones tienen que dejar de hacer un trabajo que ya habían iniciado porque surgen emergencias que requieren la disponibilidad de todos los efectivos.