El Marcide aplica un protocolo para cuidar mejor a los pacientes frágiles

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

Miden los riesgos, como los de caídas, que presenta el 95 % de los ingresados

15 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Quién puede ser un paciente frágil? Es más probable que una persona mayor o un enfermo con problemas de movilidad, pero en realidad cualquiera puede pasar a estar en esta lista de enfermos que elaboran los sanitarios del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol. No se trata de un documento o una clasificación, sino más bien de una serie de pruebas y observaciones que se realizan tanto en los centros de salud, como en el hospital. La finalidad siempre es la misma: prevenir problemas a los enfermos que pueden no ser conscientes de los condicionantes de su nueva situación.

Los médicos, enfermeros y auxiliares van revisando una serie de estados, como la estabilidad motora, el historial de caídas y otras diez cuestiones más para prevenir percances o el empeoramiento del estado general del paciente. Dentro de este protocolo hay una consulta con traumatología para detectar fracturas derivadas de osteoporosis.

Riesgo de caídas

Todos estos controles se comparten gracias a los sistemas de información del área sanitaria que pueden consultar las personas que atienden a los pacientes tanto en el hospital, como en los centros de salud. Así, por ejemplo, de los 7.812 pacientes que ingresaron en el Marcide durante el primer semestre del 2017 se revisaron a 7.502 y se detectaron riesgos de una posible caída en 6.286, así que en este 95 % se pusieron en marcha acciones específicas. Buena parte de las mismas pasan por hacer recomendaciones al enfermo para que tome medidas de seguridad como utilizar el calzado adecuado (zapatillas cerradas, tanto en el centro hospitalario, como en su casa); tenga un punto de iluminación en su casa, en especial por las noches; retire elementos que puedan resultar peligrosos, como alfombras o zonas desordenadas; evite tener suelos con riesgo de deslizamiento y muebles móviles.

Otra recomendación que se introduce con cuidado es la conveniencia de apoyarse en un bastón. «La idea es actuar antes de que se produzca la caída», precisa una de las enfermeras que lleva a cabo esta labor y que enfatiza que las auxiliares que ayudan con el aseo de los enfermos aportan datos muy valiosos para esta cometido.

Las úlceras por presión son otro de los aspectos que se revisan: los seis primeros meses se vieron a 7.516 pacientes (el 96,2 % de los ingresados) y un total de 2.023 presentaron algún tipo de riesgo, por lo que al 93 % se les dieron consejos (en algunos casos a sus cuidadores).