Los estancos de la ciudad constatan que el precio y las campañas de sensibilización provocan un descenso en un consumo, que sigue siendo alto a partir de los 30 años
14 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Ferrol está dejando de fumar. Al menos las ventas de tabaco caen y las estadísticas de la ciudad encajan con los datos de los estudios mundiales sobre el consumo de este producto, que aseguran que solo el 20 % de los menores de 30 años fuma, aunque entre los 30 y los 50 esa cifra se dispara. Los estancos de la ciudad constatan que cada día son menos los veinteañeros que entran a comprar cajetillas o tabaco de liar y que muchas personas deciden dejarlo para emplear el dinero en otras cosas.
«Es algo que se nota no ya solo en el estanco, sino saliendo cualquier día por la noche, los chavales jóvenes ya casi no fuman», apunta Katy Sanz, la dependienta del estanco de la calle Dolores, que también asegura que a finales de mes despacha menos, pero por cuestiones económicas. «A principios se venden muchos cartones y a finales mucha picadura», precisa.
En la expediduría de la calle Pintor Bello notan un descenso en especial durante los veranos y aseguran que no pocas personas se han pasado a las marcas más económicas. Por eso Begoña Fernández, la responsable de este establecimiento, ofrece otros servicios, como certificados. Mientras que los establecimientos del barrio de Ultramar explican que el descenso en el consumo viene de hace años, aunque la cajetilla de rubio de la marca más conocida sigue siendo la más solicitada.
