Dani López: «El reto que tengo en mente es cruzar el canal de la Mancha»

Álvaro Alonso Filgueira
ÁLVARO ALONSO FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

CEDIDA

El nadador ferrolano, que empezó a competir en aguas abiertas con 33 años, completó el sábado su travesía más larga: 28 kilómetros

04 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Nunca es tarde para empezar y Daniel López Díaz (Ferrol, 38 años) lo corrobora al milímetro: «La primera travesía la hice hace cinco años», recuerda. Este sábado completó la Triple Corona de las Illas Atlánticas (tres pruebas en tres años) con una competición sobre una distancia de 28 kilómetros, la más larga que ha finalizado hasta ahora.

-¿De dónde viene su afición por las travesías?

-De niño pasé mucho tiempo con mis amigos en la piscina del Club de Campo. Aunque no participaba en competiciones, ya me gustaba nadar en ese momento. Más adelante, cuando llegué a la universidad, me lo empecé a tomar más en serio, entrenando algo por mi cuenta. Aunque en realidad no fue hasta los 33 años cuando, ya trabajando en Vigo, me metí en un club máster de natación. Fue la primera vez que tuve un entrenador.

-¿Y a partir de ahí?

-Desde ahí, poco a poco, se me fue dando bien. Con el entrenador iba evolucionando y las personas que nadaban conmigo, que se dedicaban a las travesías, me enseñaron un poco el camino. Empecé haciendo travesías cortas y fui aumentando unos metros, unos metros, unos metros... hasta que llegué a 28 kilómetros.

-¿Ya estaba en forma cuando empezó a enfrentarse a esos grandes retos?

-A lo largo de mi vida siempre hice algo de deporte, porque me encanta. De niño practiqué fútbol sala, tenis y yudo. Aunque sí que es cierto que a raíz de competir en aguas abiertas empecé a entrenar más tanto en natación como corriendo, y sí que di un salto grande en forma física. El estado de forma de antes era de andar por casa, por decirlo de alguna manera. Ahora son entrenamientos serios, largos, de intensidad, y sí que hubo una evolución importante.

-¿En qué aspectos ha progresado durante estos años?

-Lo que más he mejorado ha sido el estilo de natación, es fundamental. La forma física se acaba siempre. Sobre todo en las travesías largas, tienes que echar mano de la técnica para terminar. En los entrenamientos, más que hacer muchos metros, se trata de hacer pocos, pero bien utilizados y con mucha intensidad.

-El paso de la piscina de 25 metros a las aguas abiertas, ¿lo pensó mucho?

-Hay que pensarlo, porque las aguas abiertas son algo que a mucha gente le da miedo. Hay gente a la que le asusta no ver el fondo, no tener una visibilidad grande cuando va nadando. Eso sí, el mayor miedo es verte solo en el mar.

-¿Y a usted no le asusta?

-Es que a mí me encanta estar en el medio del mar aunque me vea solo. Nunca pasé miedo y lo llevo muy bien. Nadar en el mar es una sensación mucho más natural: ves un paisaje que no tienes en la piscina y sobre todo a la hora de hacer entrenamientos largos es más dinámico porque no tienes que andar dando vuelta cada 25 metros.

-¿Es complicada la orientación?

-Es bastante difícil, porque para orientarte tienes que sacar la cabeza del agua de forma antinatural, no en el movimiento habitual. Entonces ese gesto de levantar la cabeza de frente es demasiado incómodo y lo hacemos poco. Y si lo haces poco, una desviación de solo unas diez brazadas son 20 metros. Entonces es fácil desviarse mucho sin darse cuenta. De hecho, entre personas del mismo nivel lo que marca las diferencias es la capacidad de orientación.

-¿A qué ritmo va?

-En las travesías largas, si lo traducimos a ir a pie, es como ir andando. Se trata de no forzar, llevar un ritmo cómodo e intentar ir relajado. En travesías de menos distancia, siempre intentas llevar un ritmo por encima del natural. Eso te va minando y cuando llegas a una distancia determinada, el cuerpo va muy mal. Ahí es cuando tiras de la cabeza y haces lo que sea por llegar.

-¿Considera que Galicia es un paraíso para esta disciplina?

-Todas las pruebas que he hecho han sido en Galicia. Puedo decir indudablemente que es el mejor sitio. Galicia tiene un componente especial que es lo fría que está el agua, a diferencia de lo que ocurre en el Mediterráneo. Eso es un plus en dureza y le da caché a la travesía. En las Rías Altas, por ejemplo, las aguas son mucho más bravas que en el Mediterráneo y a nivel paisajístico, las competiciones son preciosas.

-¿Qué retos se marca?

-Probablemente el año que viene cruzaré el Estrecho con otros dos compañeros. Nos apetece hacerlo. Pero el reto real, el que tengo en mente hacer más pronto que tarde, es el canal de la Mancha o la vuelta a Manhattan. La de Estados Unidos para mí sería la más bonita porque adoro Nueva York. No obstante, la prueba reina de las aguas abiertas es cruzar el canal de la Mancha. El agua está muy fría, hay muchas corriente y, sin duda, es la más dura a nivel mundial. Una de las dos, o las dos [sonríe], espero hacerlas más pronto.

-En resumen, ¿es muy duro?

-Conlleva una dureza extra respecto a la natación en piscina, por la hipotermia, porque te encuentras mal, por el oleaje. Cada travesía es un reto y puede complicarse en cualquier momento.

SUS HITOS

Triple Corona Illas Atlánticas. Es el único ferrolano que completó las tres pruebas de 13 km (2015), 16 km (2016) y 28 km (2017). En esta última, celebrada el sábado, acabó 22.º en 9h 13m.

Batalla de Rande. Prueba de 27 km entre las Cíes y San Simón. Acabó 16.º en la edición del 2014 en 8h 17m.

Desafío Islas Cíes. Travesía de 10.000 metros. Fue 9.º en el 2014 (2h 47m 35s) y 19.º un año antes (2h 50m 42s).

Coruña 10.000. Competición desde el Orzán hasta La Marina. La hizo cuatro veces.