Dos tercios de los puestos ofertados en los mercados quedaron desiertos

FERROL CIUDAD

JORGE SARMIENTO

El Concello licitó una treintena de locales entre A Magdalena y Recimil, pero solo logró adjudicar once

28 ago 2017 . Actualizado a las 07:53 h.

El intento más reciente de revitalizar y dotar de mayor actividad económica de los mercados municipales de Ferrol tampoco ha prosperado. Al menos, no como se preveía. El Concello intentaba adjudicar una treintena de puestos vacantes entre el mercado central de A Magdalena y el de Recimil. Y para ello, abría en febrero un proceso que incluía cláusulas sociales para primar a parados, especialmente los de larga duración y a los jóvenes y mayores de 45 años. Pero finalmente, la administración local solo logró otorgar un tercio de esa oferta. De los 31 puestos que salieron a concurso, finalmente se adjudicaron once: seis en el mercado central y cinco en el de Recimil.

Hubo 42 ofertas, suficientes para cubrir la totalidad de los puestos licitados. Pero en muchos casos, los interesados presentaron oferta para varios mostradores distintos, aunque con la intención de quedarse solo con uno. A las dificultades y el riesgo de emprender un negocio se suman otros problemas. Los dilatados plazos de tramitación administrativa es uno de ellos. En este caso, el procedimiento se abrió en febrero y el gobierno local lo resolvía el pasado día 16.

La falta de mantenimiento de las plazas de abasto ferrolanas es otra de ellas. En el concurso ya no entraron las deterioradas instalaciones del mercado de Caranza, pendiente desde hace muchos años de una reforma que no acaba de llegar. Pero sí las de A Magdalena, donde los placeros se quejan de deficiencias en la cubierta, goteras, corrientes y suciedad, y la de Recimil, donde los desperfectos comienzan fuera con el avanzado hundimiento del pavimento y una profunda oquedad a punto de perforar el suelo. «Ese agujero lleva ahí desde un año antes de que fuese alcalde Irisarri», denuncia la frutera más próxima. «¡La gente que lleva caído aquí!», lamenta. Y dentro el panorama es desolador en un mercado con más de 60 locales que tiene más puestos vacíos que ocupados. «Lo que nos cuentan es que el problema es que el Ayuntamiento, aparte de tardar un montón de tiempo en adjudicarlos, no saca a licitación todos los puestos vacíos», explica Francisco Maceiras, presidente de la Asociación de Vendedores del mercado de Recimil. Respecto a sus reivindicaciones de arreglos y mantenimiento «no mejoramos en nada». Y ahora, añade, «ya dicen que no hay dinero y que se van a hacer solo obras menores, de menos de 3.000 euros».