Presenta su oferta para hacer nueve fragatas con un plan para el naval del país
12 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La Armada de Australia ya tiene en su poder la oferta presentada por Navantia en el concurso para la construcción de nueve fragatas. La propuesta de la empresa española no solo incluye el diseño de los buques, la fragata F-5000, sino también un plan de desarrollo integral de la industria naval y de la cadena de suministro, ya que los barcos tienen que fabricarse en el país, tal y como exige su Marina.
La empresa que preside Esteban García Vilasánchez compite con la italiana Fincantieri y la británica BAE Systems por hacerse con el encargo, que sería el de mayor importe de su historia, con un modelo evolucionado de los destructores de la clase Hobart, que ya han sido diseñados por Navantia, que también guía su construcción en el país, en los astilleros de Adelaide.
La F-5000 contará con 48 misiles de largo alcance, un cañón MK 45 de 5 pulgadas y un avanzado conjunto de sensores. Permite la integración del helicóptero de combate naval MH-60R Seahawk Romeo, además de un vehículo aéreo no tripulado.
Como diseñador y constructor de referencia en los últimos años para la Marina de las antípodas -hay que recordar que en Ferrol ha comenzado el primero de los dos buques logísticos para el país- Navantia apela a que el Sistema Integrado de Gestión de Plataformas (SGIP) que ha realizado en alianza con la australiana SAGE está siendo o lo será en un futuro por 1.500 marinos en siete barcos. Eso permitirá reducir las necesidades de formación del personal en su manejo.
«Al utilizar un buque australiano en servicio como referencia para construir las F-5000, nos aseguraremos de que la futura fragata ASW de Australia sea capaz de integrarse perfectamente en la flota del país, al mismo tiempo que proporcionamos los ahorros a través de economías de escala para la construcción naval y el ciclo de apoyo a la oferta», aseguró Donato Martínez, director de Navantia Australia.
Warren King, asesor de la empresa en el país, incidió en la trayectoria de los astilleros públicos en las antípodas y su relación con el naval local. «Cuando Navantia se asoció por primera vez con la Commonwealth en el destructor de la clase Hobart, no teníamos un diseñador de buques, y no teníamos un astillero. Ahora, más de una década desde que comenzó la asociación, Navantia Australia ha desarrollado el conocimiento íntimo de los clientes, la comprensión de la capacidad de la industria australiana y el compromiso de construir la propia industria de construcción naval de Australia», recoge Austrlian Defence Magazine.
Otros medios de comunicación de las antípodas también se hicieron eco ayer de que BAE Systems había presentado su oferta, basada en la fragata Type 26, y había incidido en su compromiso por el desarrollo de la industria naval del país.
La empresa entrega un archivo fílmico de gran valor histórico a la Filmoteca de Galicia
La firma de un nuevo acuerdo entre el Centro Galego de Artes da Imaxe (CGAI) y Navantia permitirá que los documentos fílmicos y videográficos de la empresa naval ferrolana sean depositados en la Filmoteca de Galicia. Al archivo serán trasladadas 106 películas y 306 vídeos, grabados entre 1951 y 2012, que documentan todo tipo de trabajos llevados a cabo en los astilleros de la ciudad.
El Centro Galego de Artes da Imaxe debe ahora catalogar y archivar las grabaciones y velar por su correcta conservación. Se trata de piezas con un gran valor histórico pues, además de ilustrar las técnicas de construcción naval empleadas y distintas botaduras llevadas a cabo en la compañía, muestran las visitas de distintas autoridades nacionales y otros aspectos que no se centran solo en la actividad de la empresa, sino en la industria metalúrgica de la urbe en su conjunto. El material será estudiado con el fin de permitir determinar el valor concreto del mismo, que probablemente sea aún mayor de lo esperado inicialmente. En archivos similares que fueron cedidos al CGAI en el pasado se encontraron, por ejemplo, las primeras películas rodadas en Galicia.
En este fondo, algunas de las grabaciones están efectuadas bajo la firma del fotógrafo ferrolano Pedro Lugrís.
El proceso de análisis, recuperación y conservación de los archivos permitirá atesorar y compartir con la sociedad gallega un patrimonio fílmico que muestra gran parte de la historia de Ferrol, ciudad que siempre giró, en gran medida, en torno a la actividad de los astilleros, y de la que ahora se sabe un poco más gracias a la documentación de tipo gráfico de los principales eventos que tuvieron lugar en ellos durante los sesenta años que recoge el archivo.