La italiana Fincantieri gana el contrato con Catar al que optaba Navantia

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

FERROL CIUDAD

CEDIDA

Los astilleros del país vecino fabricarán cuatro corbetas, un buque de desembarco y dos patrulleras

08 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La balanza se ha decantado hacia el país vecino. Los astilleros italianos de Fincantieri acaban de firmar un contrato con la Armada de Catar por el que competía Navantia: la construcción de siete buques, que reportarán seis años de carga de trabajo para las instalaciones de la mencionada compañía a partir del próximo ejercicio. El pedido está valorado en 4.000 millones de euros, según han recogido diversos medios de comunicación italianos durante la firma del contrato, que fue suscrito hace unos días.

Así, Fincantieri construirá íntegramente en sus factorías cuatro corbetas, dos patrulleras de vigilancia oceánica y un barco de desembarco anfibio. Se trata de un pedido que, debido precisamente a que implica que la construcción se lleve a cabo en sus instalaciones, tiene una gran relevancia sobre el empleo para el naval italiano, además de la dimensión económica del acuerdo.

La adjudicación de ese encargo se produce en pleno conflicto entre Catar y Arabia Saudí, y debido al embargo que el segundo país tiene impuesto al primero por sus relaciones con Irán. Precisamente Navantia espera desde hace un año y medio la firma de un acuerdo con Arabia Saudí para la fabricación de cinco corbetas para su Armada. Pese a que en los últimos meses tanto representantes gubernamentales como el presidente de la compañía pública llevaron a cabo distintos encuentros al máximo nivel en el país, todavía no se ha producido el desbloqueo del encargo. 

Visita catarí a Ferrol

Como viene siendo habitual en este tipo de concursos militares, las negociaciones con Catar para la venta de los buques comenzaron hace varios años. De hecho, la Marina del país fue variando el contenido de su demanda de renovación de flota. En varias ocasiones, máximos responsables de su Armada visitaron el astillero ferrolano para comprobar sus capacidades y conocer las fortalezas del diseño de sus buques. En ellas, habitualmente también fueron recibidos por altos cargos militares españoles. La última visita militar catarí a Ferrol se produjo en noviembre del pasado año, que fue interpretada como la reactivación de las posibilidades de la oferta comercial que había presentado Navantia.

Además de la construcción de los buques, Fincantieri se ocupará del mantenimiento y apoyo al ciclo de vida durante los quince años posteriores a su entrega. Se trata de una línea de negocio que están exprimiendo la mayor parte de los astilleros a nivel internacional en los concursos de fabricación de barcos, ya que, además de obtener ingresos adicionales, es una vía indiscutible de fidelización de los clientes, que mantiene puertas abiertas para futuros concursos navales. 

Oficina en la zona

Navantia llegó a abrir una oficina comercial en Catar para atender la demanda que pudiera producirse en ese ámbito geográfico.