Dar un paseo

Ramón Loureiro Calvo
Ramón Loureiro CAFÉ SOLO

FERROL CIUDAD

05 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Si me aceptan una sugerencia, hoy querría recomendarles que, aprovechando estos largos días del verano, hagan una excursión a un paraíso que está muy cerca. A uno de esos maravillosos lugares a los que, a fuerza de tener tan próximos, a menudo ignoramos. Al Coto do Rei, para ser exactos. Al punto más alto de los montes comunales de Marraxón, y por lo tanto de la parroquia fenesa de Sillobre. Cualquier día del año es bueno para caminar hasta allí, hasta ese enclave excepcional en el que la Tierra de Escandoi sobrepasa los límites de la literatura para adentrarse, también, en los de la geografía, convirtiendo directamente en magia el extremo occidental de la Galicia del norte, que es toda ella como una Última Bretaña. Háganme ese favor: suban al Coto do Rei si no han estado allí nunca. Y, si han subido antes ya, háganlo de nuevo. Si no les apetece caminar más que unos cientos de metros, tienen la posibilidad de dejar el coche muy cerca, al pie del mismo coto, por donde pasa el camino que atraviesa los montes de los comuneros. Pero si les gusta andar, y tienen tiempo, les sugiero que inicien la caminata junto a la fuente de San Ramón, al pie de la iglesia de Santa Marina de Sillobre. Desde allí hasta la cumbre hay cinco kilómetros, exactamente. Y en lo alto el paisaje es extraordinario, irrepetible. Hacia poniente está lo que el romano llamó el Gran Puerto de los Ártabros, con la ría de Ferrol en primer término y A Coruña algo más al sur, con su Torre de Hércules. Pero no dejen de mirar, tampoco, tierra adentro. No se olviden, por favor, de la fraga del Belelle. Ni se les pasen por alto los restos megalíticos que hay en aquel paraíso, un tesoro que mira al cielo.