Las expropiaciones, la preparación de los talleres y la adecuación de los depósitos son los primeros pasos antes de que en septiembre se empiece a ejecutar la obra
01 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.En términos culinarios, los cocineros suelen denominar con el término francés mise en place la organización de las tareas y la colocación de los ingredientes que posteriormente se van a utilizar. La obra del acceso ferroviario al puerto exterior de Ferrol, según ha podido saber La Voz, se encuentra ahora en ese punto, cuando ha pasado un mes y medio desde la escenificación del acuerdo entre la Autoridad Portuaria y la unión temporal de empresas formada por Copasa, Ogmios y Geotunel. El contrato se rubricó entonces, el 15 de mayo, por un importe de 72.498.200 euros (IVA no incluido), que serán financiados por el Ministerio de Fomento año a año.
Al tratarse de una obra de tanta envergadura, los trabajos de preparación son si cabe más necesarios. El primer paso a dar fue la firma del acta de replanteo, aproximadamente un mes después de la rúbrica del contrato. Se trata de una formalidad precisa en cualquier obra que refleja la conformidad respecto de los documentos del proyecto. A partir del día siguiente se puso en marcha la cuenta del plazo de ejecución, previsto para 46 meses.
A continuación ya dieron inicio los trámites para las expropiaciones de los terrenos en los que irá la vía. Los responsables del proyecto están en contacto con los afectados por las mismas. Para ello, se está siguiendo el procedimiento que marca la ley. «Las expropiaciones se están gestionando con normalidad y el avance, hasta el momento, es perfecto», apuntan fuentes portuarias.
El ramal conectará las dos dársenas del muelle ferrolano, la interior y exterior, con doble ancho (ibérico y métrico). En total, el trazado será de 6,4 kilómetros de longitud, de los que 5,6 discurren en un túnel, que transcurrirá bajo los montes de Brión hasta la explanada de Caneliñas. Es este tramo, el que irá bajo tierra, para el que las labores previas se hacen más necesarias. «A corto plazo es donde más se va a actuar», explican. La otra franja relevante es el puente de 300 metros que servirá para salvar la ensenada de A Malata, con un diseño, aseguran, que minimiza las posibles afecciones sobre ella.
Otro de los trabajos está siendo la preparación de las llamadas bolsas de decantación. Son necesarias para drenar la tierra, procedente de las excavaciones, que suele venir con el agua de escorrentía -de lluvias o limpiezas-. De esta forma, la tierra queda en suspensión y el agua no ensucia las actuaciones. Además, se están acondicionando los talleres exteriores que se utilizarán en cada jornada, así como las oficinas administrativas y los equipos de ventilación.
Punto limpio
Uno de los temas de los que más se había hablado y en el que también se está trabajando es el establecimiento de un punto limpio, para así gestionar los residuos derivados de la actuación. «Es una gran obra, hay mucho que hacer y ya estamos en marcha», resumen las mismas fuentes portuarias, que fijan para septiembre el inicio de la ejecución en sí de los trabajos.
