El portaviones sigue encallado

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

El «Príncipe de Asturias» espera aún luz verde de Turquía para su desguace

10 jul 2017 . Actualizado a las 21:44 h.

Julio del 2017. El Príncipe de Asturias continúa oxidándose en Ferrol. La agenda del portaviones sigue sin sufrir cambios, a la espera de la fecha de remolque hacia el puerto de Aliaga, en Turquía, donde vivirá su desguace. Todo apuntaba a que ese viaje final sería ya el mes pasado, pero con un príncipe de semejante envergadura, está claro que se cumple el dicho de que las cosas de palacio van despacio.

En este momento, de la parte más alta del buque cuelgan dos grandes pancartas, que no sentaron del todo bien en un primer momento en el seno de la Armada. Una es de Surus Inversa, la empresa madrileña encargada de coordinar todos los trabajos en territorio nacional, y otra de Escrapalia, una plataforma de subastas perteneciente a la compañía española. Surus, en un consorcio con la otomana Leyal, se adjudicó este año la enajenación del portaviones que podría dar al fin este mes el paso más importante, el remolque al puerto donde se convertirá en chatarra.

¿Qué falta? Una vez aprobada la exportación en España por el Ministerio de Medio Ambiente, únicamente resta la luz verde de la misma institución, pero en Turquía. Esta misma semana, Surus ha remitido la carta al Gobierno otomano para solicitar la autorización, por lo que la estimación es de que en unos diez días, trasladan desde la firma madrileña, todo esté a punto. En Turquía hay un funcionario asignado solamente para el proceso. No obstante, «ya se sabe que estos temas no van todo lo rápido que se desearía», comentan desde la empresa.

El documento necesario está relacionado con el Convenio de Basilea, que obliga a los países que se acogieron a él en su momento a controlar los movimientos transfronterizos de desechos peligrosos y su eliminación.

Los trabajos previos necesarios para la conversión en chatarra del Príncipe de Asturias acabaron hace algo más de un mes, cuando el buque quedó vacío y los operarios de Navantia que habían participado en su construcción aprovecharon para hacerse la foto de familia. Allí, en uno de los muelles del astillero, también la compañía Pérez Torres participó en las labores de desguace. Desde entonces, apenas ha habido actividad en su interior ni a su alrededor, comenta un trabajador de la firma naval. Por ello, no queda otra que esperar a que todos los trámites administrativos estén finiquitados para que cambie el skyline de la ría ferrolana después de tantos meses.