Cambios domésticos

José Picado DE GUARISNAIS

FERROL CIUDAD

09 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

En los mentideros y tertulias ferrolanas no se habla de los grandes cambios, de los cambios rimbombantes. No existe ningún interés por el cambio de huso horario, asunto que prometen todos los partidos políticos en campaña electoral lo que garantiza que tardará mucho tiempo en hacerse. Ni por el cambio climático, y si no que alguien concrete, dice un vecino, cuánto va a subir el nivel del mar en la Malata por culpa del deshielo en la Antártida. Y es que en los Cafés ferrolanos de lo que se habla es de los cambios domésticos, los de andar por casa.

 El obispo de la diócesis Mondoñedo-Ferrol salió a la palestra y anunció muchos cambios. Un nuevo organigrama de la curia diocesana y de la coordinación y animación de la acción pastoral y misionera. Cambios en los responsables de Cáritas, del Camino de Santiago, de los Inmigrantes y Refugiados, y demás. El presidente de Navantia se despachó con un nuevo organigrama, que incluye naturalmente el cambio de director para los astilleros de la ría. Se produjeron los cambios previstos en la Armada y ya tomó posesión el nuevo almirante Jefe del Arsenal, bajo la promesa de ponerse rápidamente al tanto de los asuntos pendientes. El rector de la universidad continuó anunciando cambios para el Campus Industrial de Esteiro. Nuevos estudios, nuevas cátedras, más cursos de especialización y posgrado, nuevos acuerdos con empresas y cambios en los directores de muchos de esos programas. La Autoridad Portuaria informa de los cambios que se producirán con la llegada del tren a Caneliñas (después de hacer el túnel de más de cinco kilómetros en el monte de Brión) y de los avances que se están produciendo en el puerto interior con las escalas de cruceros. Y en el Concello ¿no se produjeron cambios? Por supuesto que sí. En el Concello se producen cambios voluntarios y cambios obligatorios, como el caso de esta última remodelación del gobierno municipal consecuencia del rifirrafe interno de los grupos políticos que sustentan al alcalde. Los concejales, ya se ve, están acostumbrados a cambiarse competencias con gran alegría y desenfado.

Lo dicho, cambios a tutiplén. Eso sí, explicados bajo las mismas premisas: los cambios se hacen para ser más eficaces, más transparentes, para gestionar mejor los recursos públicos, dicen. El discurso podría ser el mismo en todos los casos, únicamente cambiando el organismo titular. Las fotos de los actos no, claro. Aunque bien pensado lo que tendría un valor incalculable sería la foto conjunta anunciando los cambios: rector, almirante, obispo, director del astillero, presidente del puerto y alcalde. Juntos, por ejemplo, en la Porta Nova… En la Plaza de España, quiero decir, que este nombre no se cambió.