La charla sirvió para repasar las prendas con protección, obligatorias para los niños
22 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La ponencia del dermatólogo sirvió para repasar las vías más efectivas para protegerse del sol, que siguen siendo las cremas, aunque no siempre se aplican como deberían. Para empezar de forma escasa: «Cada aplicación necesita seis cucharadas de café, es decir, 30 mililitros, porque de otra forma no se consigue la protección que figura en el envase». Tampoco hacen su función si se extienden pocas veces, lo ideal es cada hora y media o antes si se está en un entorno, como rodeados de agua en un barco o en la nieve, donde el sol aumenta de intensidad por el reflejo.
Cuando hay nubes en el cielo corremos el riesgo, según el especialista del Marcide, de quemarnos, sobre todo en las horas centrales del día (entre las 13.00 y las 17.00 horas), cuando está totalmente desaconsejado el baño de sol. Con viento la sensación de calor disminuye, pero nunca el riesgo de radiación, motivo por el que es más fácil quemarse.
La exploración cutánea es otra de las claves para detectar enfermedades, por eso el dermatólogo del Marcide recomendó vigilar lunares y las manchas incluso en zonas como la planta de los pies, donde han tenido casos de tumores, con la ayuda de espejos y de nuevas aplicaciones para el móvil, entre las que citó Fotoskin o Ederma.
Curiosamente un método tan antiguo como los sombreros son una de las barreras más efectivas, porque el cuando tienen un ala ancha reducen hasta en un 40 % las lesiones solares y, en consecuencia el cáncer.
Ropa con protección
La charla sirvió para repasar las prendas que los niños pequeños deben llevar siempre cuando están al sol: gorro, camiseta y pantalón corto, pero sobre todo los símbolos con las que se identifican (FPS 15, que filtra aproximadamente el 93 % de todos los rayos UVB; FPS 30, que filtra el 97 %; o FPS 50 es un bloqueo de UVB casi completo, en el 98%). Cabanillas apuntó curiosidades como que las camisetas de algodón protegen mejor tras varios lavados, pero menos cuando están mojadas y recordó que las sombrillas deben tener una tela especial para cumplir esta función. En cuanto a los niveles, reconoció que a partir de 15 las diferencias se hacen más pequeñas y que lo importante es repetir la aplicación las veces que se necesite. Aún así para personas con problemas siempre deben optar por el máximo, de 50, e incluso recurrir a complementos vitamínicos si la exposición solar se les queda corta. «Hay productos para todos los tipos de piel y necesidades», aseguró.