Los barrios donde el bus no es una alternativa

Bea Abelairas
B. abelairas FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

á.m.

En A Graña, Valón, Covas o San Xurxo la mayoría de los residentes deben recurrir al taxi

11 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ferrol combina las líneas de Tranvías con las de la empresa Monbús, pero aún así dejan sin servicio a muchos vecinos de parroquias del rural como A Graña, Serantes, Covas o Valón, que ya no cuentan con el bus cuando tienen que llegar a una hora concreta, sobre todo temprano. La queja de casi todos es la misma: no hay servicios a primera hora y por la tarde solo uno o dos buses para llegar al centro de la ciudad. Así las cosas quedan abocados a coger un taxi o a recurrir a familiares o amigos para que los trasladen a una simple consulta. Este es el caso del matrimonio formado por Josefa Sequeiro y José María García. Los dos conocen al dedillo las rutas, pero no las pueden usar casi nunca: «No hay bus a primera hora, así que para hacer un simple análisis, al que hay que llegar antes de las 9, tenemos que coger un taxi de ida y otro de vuelva que nos cuesta 18 euros», explica un vecino que asegura que el primero que le pasa cerca de su casa llega a las diez. Por la tarde el horario es mucho más limitado.

«No se cumple el convenio»

María Cortabitarte es la presidenta de vecinos Rosalía de A Graña y se queja de que no se cumple el convenio de transportes firmado con la Xunta desde hace varios años. «Eliminaron el bus de las ocho de la mañana y nos han causado un perjuicio irreparable, para la gente que necesita estar a primera hora en el centro y, en especial para los niños que van al instituto. Ahora mismo solo pueden coger el de las 7.30 y esperar en Ferrol durante tres cuartos de hora a que empiecen las clases, algo que no me parece muy normal para menores de edad», cuenta una afectada que denuncia, además, problemas de movilidad en los buses. «En ocasiones pasan unos microbuses que no tienen espacio suficiente para sillas o carritos de la compra». Desde esta zona de Ferrol Tranvías fleta un bus cada hora (salen siempre a y media), mientras que Monbus cuenta con servicios a las 10 ,11, 12 y 13 horas por las mañanas, junto a tres más cada tarde (a las 16, las 18 y las 20 horas). Estas combinaciones tampoco son demasiado compatibles con los horarios de los servicios sanitarios.

Portavoces de esta empresa de transportes reconocen que no van a incrementar las frecuencias, porque buena parte de los buses circulan vacíos casi siempre. «Es el caso del que va al campus de Serantes, solo hay que acudir a la cuesta de Mella para percatarse de que o se suben dos personas o nadie», argumentan sobre otro de los viajes que los usuarios ven insuficientes. Monbus fleta siete autocares cada día (cinco por la mañana y dos por la tarde), pero los estudiantes aseguran que no están coordinados con las clases.

«Durante el año que tuve que estudiar en la Escuela Náutico Pesquera nunca conseguí coger un bus que me llevase desde la estación al campus, tenía que ir hasta cerca de A Malata para coger los que pasan cada hora», precisa Luis, un marino que viajaba cada semana a la ciudad y al que le costaba encontrar unas paradas que están sin señalizar.

Pablo López estudia en la Escuela Universitaria Politécnica de Serantes, en la que el propio director, Andrés Piñón, reconoce que uno de los puntos débiles es que está a solo tres kilómetros del centro, pero mal comunicada por transporte público. «Los horarios de los buses nunca sirven, así que te cansas y buscas alternativas», explica el estudiante.

Tres en Covas cada mañana

En Covas los buses tampoco son compatibles con el horario de pruebas tan comunes como las analíticas en el centro de Serantes. El primero de la mañana pasa a las diez menos cuarto. «Después hay uno más a las 1.30 y otro a las 19.14, pero los fines de semana no tenemos ninguno», cuenta Manuel Sendón, de la asociación vecinal.

Estos servicios llegan pronto al centro de la ciudad, pero no conectan con servicios como el del tanatorio. «La gente va en taxi, lo que ronda los 16 o 17 euros o recurre a algún amigo o familiar para que lo lleve, cuando pueden, claro», se lamenta.