Los mariscadores de la ría de Ferrol recibieron este mes dos noticias, una buena y una mala. La primera, la apertura como zona B del banco de As Pías, donde han podido regresar para extraer almeja después de muchos meses sin poder hacerlo; y la segunda, el cierre de las bateas de regeneración por los niveles de toxina.
La zona delimitada entre la línea imaginaria que une el muelle de la playa de Caranza con el muelle número 10 de la antigua Astano y el puente de As Pías volvió a ser etiquetada como B por el Intecmar el pasado 1 de mayo. Entre el 1 de diciembre y el 30 de abril estuvo declarada como zona C. El nuevo estado del área evita la necesidad de regenerar el marisco. Es, en este momento, el único sitio del banco de As Pías que se está explotando.
No obstante, en apenas dos semanas los mariscadores extrajeron prácticamente toda la almeja babosa y ahora se dedican casi en exclusiva al berberecho.
En cuanto a las bateas, esta misma semana el Instituto Tecnolóxico para o control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar), dependiente de la Consellería do Mar, comunicó el cierre de las instalaciones depuradoras de marisco situadas en las inmediaciones del puerto exterior, en la zona de San Carlos, a causa de los niveles de toxina.
Justo hace dos semanas, los mariscadores depositaron los últimos moluscos procedentes de las zonas C para que fueran regenerados. A pesar de la existencia de toxina, y esto es lo que critican las cofradías, la Xunta autorizó la extracción de ese producto el pasado lunes. Sin embargo, no podrán depositar más marisco.