Los jabalíes se pasean por las calles

FERROL CIUDAD

Cerdos salvajes fueron avistados en A Graña, A Gándara y Caranza, donde transitaron como unos vecinos más

28 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Los jabalíes ya no solo viven en zonas de monte. Ya es posible verlos caminando sobre el asfalto, sorteando farolas e incluso acercándose a la costa. En las últimas semanas, vecinos de los barrios de A Graña, Caranza y A Gándara se han quedado boquiabiertos al ver como cerdos salvajes se paseaban delante de sus casas como si se tratasen de unos vecinos más.

¿A qué se debe esta incursión de animales salvajes en zonas urbanas? Eloy Saavedra, delegado para la provincia de A Coruña de la asociación de Caza Maior de Galicia y de la Sociedade de Caza e Pesca Xuvia, explica que aunque la densidad poblacional de jabalí no es excesivamente alta -«es, digamos, que aceptable»-, estos animales salvajes han ido colonizando nuevos tramos de terreno en busca de comida, hasta llegar a la costa, donde se han encontrado con una zona ideal para vivir. Por dos razones, la tranquilidad y el alimento. Primero, hay fincas repletas de maleza donde les es posible resguardarse y, segundo, encuentran alimento con facilidad: marisco muerto, roedores...

Hace una semana un jabalí se paseaba por pleno barrio de A Gándara, y hace unos días se podía ver un cerdo salvaje entre las calles Lepanto y Juan de Austria, en pleno barrio de Caranza.

Destino, la playa

En A Graña la presencia de jabalíes ya se ha convertido en habitual. La presidenta de la asociación de vecinos del barrio, María Cortabitarte, explica que los cerdos salvajes se han paseado a sus anchas por las calles de A Graña hasta en ocho o diez ocasiones a lo largo de los últimos meses. «Han llegado a bajar, que sepamos, hasta 24 jabalíes, entre adultos y crías», explica. Se pasean por la cuesta y la plaza de A Graña pero siempre acaban en la playa, a donde acuden en marea baja para «mariscar» y alimentarse.

Los cazadores tienen controlado una población de jabalí de entre 16 y 18 ejemplares que se mueve entre el Montón y la ribeira de Xuvia. «Houbo un xabarín que estivo moito tempo vivindo nunha finca sen limpar ao lado do Mercadona», explica Saavedra.

Controles poblacionales

La única manera de combatir la presencia de cerdos salvajes en núcleos urbanos es a través de controles poblacionales, ya que batidas en este tipo de zonas son inviables. «Aínda así, a administración só autorizou unha das cinco que pedimos», señalan desde la sociedad naronesa. Los cazadores alertan, además, de que los jabalíes son animales salvajes. «A xente ás veces é moi inconsciente, hai que ter moito coidado», advierte Eloy Saavedra.