Ministros y conselleiros

manuel couce DESDE LA ALAMEDA

FERROL CIUDAD

14 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Nada es casual en la vida. La bajada del censo en esta ciudad llamada Ferrol nos está diciendo lo que anunciaron los sindicatos el Primero de Mayo: la falta de trabajo. Estos mismos representantes de los trabajadores ya no tienen poder suficiente en la palabra para evitar este caos en el que está incluida esa ciudad, y reconocieron que se viene abajo, sin que las autoridades de Madrid y Santiago hagan nada por evitarlo. Bueno, sí. nos acaban de llamar para hacer la declaración de Hacienda, a cambio de nada. Y por lo tanto, si San Julián no lo remedia, seguiremos oyendo sermones políticos. Algunos, como el de la ministra de Trabajo, parece que lleva un megáfono incorporado, pues no se cansa de decirnos lo bien que va el empleo, sin hablarnos para nada del desempleo.

En su igualitarismo atroz, a ministros y conselleiros no les interesa acordarse de que esta ciudad ha prestado y presta un servicio importante al país, y a cambio lleva años esperando un polígono industrial, el saneamiento de la ría, el tren a Caneliñas y los rápidos chu-chu a A Coruña y Ribadeo están en el olvido de estos políticos de diferentes semillas y orígenes diversos -para los que España es una de calamares- pues solo tienen recetas para salvar sus intereses, como sucede ahora con Cataluña o el País Vasco. Y mientras, aquí, la ciudad se cae a pedazos y la gente se va huyendo para esquivarlos.

Aquí solo queda empleo para camareros por tiempo finiquitado los fines de semana, y me cuentan que en este gremio, mal pagado, comienzan a pedir propina por sus servicios, algo inaudito, pero que está pasando en esta ciudad industrial por los cuatro costados, con una clase obrera que es depositaria de la generosidad y la vitalidad que la clase dirigente ha perdido hace más de veinte años, que fue cuando comenzó a brotar la maleza en algunas calzadas. Y por las ayudas que estamos recibiendo y las falsas promesas Ferrol tiene una sociedad cansada de unos gobernantes que parece que tomaron el poder por asalto y distribuyen, despanzurrando por el país adelante, nuestros impuestos.

Somos conscientes los ferrolanos que por el tiempo perdido no podemos aspirar a un estatus similar a Zara, pero sí estamos en condiciones de reclamar con seriedad y constancia nuestra deuda histórica, con la que hemos contribuido de por vida sin ser correspondidos a cambio. Y en esta materia, como dijo en su día Pio Cabanillas, es urgente no esperar.