El ferrolano Joaquín Montero, concentrado en Sevilla con el equipo nacional, busca plaza en la cita continental
06 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El sol cae cada vez más a plomo sobre el campo de regatas de La Cartuja, en Sevilla, donde se forjaron las ilusiones, y algunas se acabaron, de numerosos remeros en los últimos años. Allí, como uno más dentro de un grupo en el que la exigencia marca el paso de la jornada, se encuentra Joaquín Montero (Ferrol, 1993).
Después de quedarse cerca de los Juegos Olímpicos la pasada campaña, ahora, con 23 años y una pizca más de experiencia, rema hacia un nuevo objetivo: el Europeo absoluto, que se celebra en Racice, en la República Checa, el último fin de semana de este mes. «Será una regata muy bonita. Estoy con muchas ganas de estrenarme», comenta el ferrolano desde la capital andaluza, una tierra en la que ya vivió desde septiembre del 2015 hasta febrero del 2016.
A punto de acabar una semana relativamente «tranquila», la próxima será determinante para conocer si tendrá o no un hueco en el equipo nacional para la cita continental. El tudense David Prada, el alicantino Rubén Pardilla y él optan, como prioridad, a las dos plazas del doble scull español, aunque también a una en skiff (individual). «Intentarán llevarnos a los tres. En mi caso, donde más posibilidades tengo es el doble», explica Montero.
A principios de abril ya estuvo una semana en Bañolas (Gerona), donde superó la primera criba. «El grupo de couple (embarcaciones en las que cada deportista utiliza dos remos) es bastante grande y estamos en unos tiempos muy justos. Entonces un fallo de uno propicia que entre otro. Por eso nunca podemos relajarnos», destaca el ferrolano.
No obstante, al tratarse de un año posolímpico, «se nota que es más tranquilo», dice, al no existir «la presión de clasificarse o clasificarse». En este momento dedican entre cuatro y seis horas diarias a entrenarse, salvo los domingos, bajo la atenta mirada de Pol Gené, su entrenador.
Problemas de garganta
Después de estar en Gerona, tuvo que permanecer «parado del todo» durante tres semanas en su casa e incluso acudir en dos ocasiones a urgencias por problemas de garganta, una dolencia ha provocado un pequeño retraso en su preparación. «Por eso ahora noto una pequeña diferencia con respecto a mis compañeros, están un pasito por encima. Pero a ver si estos días me voy poniendo a tono, creo que me va a dar tiempo de sobra», asegura.
Con respecto a la temporada pasada, Montero ha vuelto a vivir a Galicia, dejando así una etapa en la que pasó primero por Sevilla y luego por Bañolas. La casa de sus abuelos de Valdoviño es su nuevo hogar, una decisión también motivada por el cambio de club. Tras haber dejador el Perillo, el ferrolano forma parte ahora del Club de Remo Cedeira, cuyo lugar de entrenamiento es el embalse de As Forcadas. Además, cuando puede, continúa preparando las oposiciones a la Policía Nacional.
Mientras, Aleix Martí, el compañero con el que buscó ir a los Juegos hasta el último intento, ha dejado el remo. En su caso, no ha perdido un ápice de ilusión, pero alerta de que la selección «no ofrece nada de futuro». «Estudiar para ser policía nacional me ocupa bastante tiempo y realmente por eso volví a casa, pero al final el remo me puede», concluye.