La voz ferrolana de «La La Land»

FERROL CIUDAD

César Toimil

Como salido de un club de jazz, este «crooner» de Canido consiguió dejar atónito al jurado del Concurso de Bandas Sonoras celebrado el pasado jueves en Ferrol

09 abr 2017 . Actualizado a las 08:58 h.

Cuando se estrenó La La Land, alguien le dijo a Martín Otero: «Tienes que ir a verla, porque el protagonista se parece mucho a ti». Y sí, tenía razón. Porque, como Sebastian -el personaje al que da vida Ryan Gosling en la película de Damien Chazelle-, este joven crooner de Canido vive volcado en la música y disfruta como nadie con los grandes clásicos del jazz. «Me sentí muy identificado con el personaje, sobre todo cuando vi la escena en la que sale trabajando en su casa y se puede ver un disco de Bill Evans sobre el piano», reconoce este joven talento de solo quince años.

Y fueron precisamente las melodías de La La Land -concretamente, un popurrí de City of stars y The fools who dream- las que el pasado jueves le valieron el primer premio del concurso de bandas sonoras Tócaa outra vez, Xan, organizado por el Anpa del Conservatorio, en la categoría de solistas, dúos y tríos de grado profesional. Con este galardón son ya tres los primeros premios cosechado por Martín en el certamen del Xan Viaño: en el 2014 se llevó los laureles por su interpretación en solitario de La novia cadáver, de Tim Burton, y en el 2016 repitió el éxito como miembro de la banda Eigth Swing por Spiderman.

Martín cuenta que siempre le gustó la música y, con solo ocho años, empezó a estudiar piano en el Conservatorio de la mano de su profesor, Miguel Sancho, para el que solo tiene palabras de agradecimiento. Ahora se encuentra ya en cuarto curso de profesional y a su evidente pasión por las teclas se ha sumado también una irrefrenable vocación por el canto. «Comencé a cantar a los doce años, cuando me cambió la voz, y desde entonces no he dejado de intentar mejorar a base de mucho trabajo y de forma totalmente autodidacta», explica Martín, que está pensando en apuntarse a la especialidad de canto el próximo curso.

Lo del jazz se lo debe a sus padres. La banda sonora de su infancia está plagada de canciones de Frank Sinatra, Dean Martin, Ray Charles, Billie Holiday... Y, claro, con tanto estándar sonando por la casa, el pequeño Martín acabó admirando a las grandes estrellas del Rat Pack, pero también a la nueva generación de artistas que reivindican el placer de la nostalgia. «Cuando comencé a cantar me enganché a Michael Bublé, pero ahora mi preferido es Jammie Cullum», apunta al preguntarle por sus referentes.

Aunque también le encanta el pop y el rock -sobre todo Queen, Eagles y Pink Floyd-, este joven alumno de cuarto de la ESO no deja de sentirse un rara avis en lo que a gustos musicals se refiere. Y es que no es nada habitual que un chaval de quince años vibre con algo de Norah Jones o Raphael Gualazzi, dos de los artistas por los que también siente devoción el protagonista de esta historia: «Debo de ser un bicho raro porque no me gusta el reguetón ni la música electrónica, que es lo que suele escuchar la gente de mi edad».

Pero el talento de Otero Ferreira no solo está en las versiones. Desde hace poco tiempo también crea sus propias partituras y hasta ya ha grabado un disco en el pequeño estudio que ha montado en su habitación. «Se llama Green Eyes y está compuesto por trece canciones, de las que nueve son propias», dice satisfecho.

Martín asegura que le encanta la composición, «porque te permite vivir la música desde dentro». Y, al preguntarle por sus sueños, no tarda ni un segundo en responder: «Me gustaría ser profesor de Conservatorio, aunque también estaría bien poder compaginarlo con actuaciones, porque a mí lo que más divierte es tocar. Tanto me gusta que yo creo que la persona que más disfruta de mis conciertos soy yo mismo», comenta entre risas. Lástima que en Ferrol no haya muchos locales con piano en los que poder dar rienda a su talento. Un garito de esos como el Seb’s, el club de jazz que Sebastian, persiguiendo sus sueños, consiguió abrir en La La Land.