Pasión de Ferrol

Ramón Loureiro Calvo
Ramón Loureiro CAFÉ SOLO

FERROL CIUDAD

08 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Mañana es Domingo de Ramos, esa hermosa festividad en la que se conmemora la entrada de Jesús en Jerusalén. Una solemnidad con la que verdaderamente se abren las puertas de la celebración de la Semana Santa, en una jornada en la que tienen un especial protagonismo los niños y que en Ferrol, como todo el mundo sabe, forma parte de las tradiciones más queridas desde siempre. La intensidad con la que esta capital atlántica -una ciudad envuelta en leyendas cuyo origen se remonta al fondo de las edades, y que abraza el mar y la tierra, al mismo tiempo que el cielo, donde Europa comienza- vive, más allá del ámbito de lo estrictamente litúrgico, los días de la Pasión del Señor, es algo que ha venido creciendo sin parar desde hace décadas, y hoy a nadie se le oculta que Ferrol ya cuenta con una de las más singulares celebraciones de la Semana Santa de todo el país. Una celebración de identidad claramente diferenciada, singular en extremo, en la que las calles trazadas por los ingenieros del siglo de las Luces sirven de marco a unos desfiles procesionales que las galerías de edificios como los del barrio de A Magdalena (tan ferrolanas, también, ellas) contemplan, año tras año, con los ojos de una eternidad hecha de los colores del crepúsculo y envuelta en un urbanismo muy generoso en líneas rectas. Disfruten de la Semana Santa de Ferrol, si aceptan, de este amigo, el consejo. Disfruten de la ciudad toda y de todo cuanto la rodea. Y por cierto: si visitan sus iglesias verán hasta qué punto brilla intensamente estos días en ellas lo que, sin necesidad de palabras, nos recuerda, a poco que queramos escuchar el silencio, que no estamos nunca solos y que no existe la muerte.