El saneamiento llega a la ría de Ferrol tras veinte años de espera

FERROL CIUDAD

CESAR TOIMIL

Acuaes realizó ayer las primeras conexiones para enganchar a la red catorce barrios

06 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El saneamiento de la ría llega a Ferrol con veinte años de retraso y después de que se hayan vertido directamente al mar más de 400 millones de metros cúbicos de aguas fecales y residuales. Dos décadas después de que una ley estatal declarase las obras de depuración y vertido de Ferrol como de interés general, el saneamiento se puso ayer en marcha de forma oficial. En el día uno de este hito, y después de una larga travesía de despropósitos y vicisitudes, se inició la conexión de las redes de alcantarillado de Ferrol y Narón al nuevo sistema de saneamiento. Técnicos de Viaqua, la empresa a la que Acuaes contrató por un año la gestión de los interceptores generales, recorrieron ayer distintos puntos de la red activando tanques de tormenta y la red de colectores por los que el caudal de aguas sucias llega hasta la estación de bombeo de A Malata y desde allí es impulsada hasta la estación depuradora (EDAR) de cabo Prioriño. Esta infraestructura pasa a estar explotada por la empresa mixta de aguas ferrolana, Emafesa, en virtud del convenio con Augas de Galicia, su titular, en una encomienda de gestión aprobada en el pleno del martes.

Por el momento, no se han facilitado los datos de caudal que recibe ya la depuradora ni qué tramos han sido conectados al sistema. Acuaes informó de que a partir de ahora se conectarán los colectores y tanques que recogerán las aguas residuales urbanas de los barrios ferrolanos de Esteiro, Caranza, Ensanche A, Ultramar, Recimil, San Xoán, Santa Icía y una parte importante de San Pablo y Santa Mariña. Y en Narón, el Alto do Castaño, O Couto y una parte de A Solaina, A Gándara y Freixeiro. Cuando finalicen todas las obras, lo harán también los restantes barrios urbanos narones, además de Castro, San Mateo, O Val y San Xiao.

El alcalde valoraba ayer antes de entrar en el consejo de Emafesa que «por enriba de todo o ruído e a crispación, que queda nas catro paredes do salón de plenos, o importante é que a ría se empeza a sanear. E que en poco tempo veremos como as augas da praia de Caranza serán aptas para o baño, como os mariscadores verán incrementada a produción e o resto é ruído, ruído e ruído, que non axuda a ninguén».