El centro dedica la semana a la ciencia y ofrece actividades a las que puede acudir cualquier persona
06 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Hace casi una década que el instituto Concepción Arenal celebra una semana dedicada a la ciencia en la que los recreos se convierten en una feria de experimentos. Todos los cursos elaboran alguno y lo explican debidamente a los demás compañeros y a las familias o personas que visitan el centro. Hoy es el último día para ver estas acciones científicas: en el primer receso de las clases (a las 10.10) o en el segundo (desde las 12.10). Sin embargo, también existe la posibilidad de concertar una cita con los profesores que coordinan esta iniciativa, obra de todos los departamentos científicos.
Este año triunfa un experimento con harina de maíz y que demuestra que hay ciertos fluidos que pueden ser a la vez líquidos o sólidos dependiendo de la presión que se les aplique. «É o caso do fluido non newtoniano, que se pode hacer fácilmente con tan so dous ingredientes: maicena e auga», cuenta María José Campello, una de las profesoras del centro, que asegura que esta «bola máxica» es la que encandila a más chavales y mayores. En cada mesa hay un experimento: desde juegos en los que se hacen valer las reglas de la óptica a propuestas sobre biología y relacionados con el cuerpo humano.
Por supuesto, la robótica está representada, porque este es uno de los centros de la ciudad que cuenta con una asignatura sobre robots y programación.
Naufragio del «Casón»
Otro de los que capta mucho público es una prueba con sodio y agua que explica el hundimiento de barco Casón y sobre el que los profesores recuerdan que cuenta con mucho trabajo previo en las clases. «Nesta semana adicada a ciencia participan os rapaces de todos os nivéis, incluido os dos ciclos formativos. Fanse os experimentos nos recreos nos espacios que temos preparados, pero so son unha parte do traballo que se desenrolou nas aulas», precisa una de las docentes al cargo de esta semana de la ciencia.
Ella y compañeros como Rafael Vázquez han trabajado para que sus alumnos sean capaces de llevar a cabo la prueba científica, pero sobre todo para que puedan explicar el principio científico sin titubeos a una audiencia muy preguntona: sus propios compañeros y las familias que suelen pasarse por el centro.