Consejos, propuestas y directrices

José Picado DE GUARISNAIS

FERROL CIUDAD

02 abr 2017 . Actualizado a las 11:23 h.

El Consello Económico e Social de Galicia (CES, en adelante) es un órgano consultivo, una plataforma de diálogo y participación, en la que caben las organizaciones empresariales, sociales y ciudadanas de todo tipo. Eso nos dice su presidenta, la ferrolana Corina Porro, en la página de bienvenida. Allí fija un gran objetivo para esta institución: alcanzar grandes acuerdos que permitan encontrar salidas y proyectar un «futuro de sostenibilidade e cohesión social» (sic). Objetivo loable donde los haya, aunque por otra parte pueda leerse en cualquier declaración de instituciones, organismos y empresas de nuestra geografía. En definitiva, se trata de un Consejo que, como todos los de su mismo rango, se dedica a emitir dictámenes y directrices basadas en cuestiones generales -vagas, lugares comunes- y se concluyen propuestas poco concretas que no molestan a ninguna de las partes implicadas.

 Esto es lo que acaba de suceder con su última publicación: Informe sobre Ferrol e a súa área de influencia.

La ferrolana Corina Porro, exalcaldesa de Vigo, le vino a contar al vigués Jorge Suárez, alcalde de Ferrol, todo aquello que contiene el informe y que todos los ferrolanos ya conocen, de largo. Un informe que contiene un análisis DAFO (acrónimo de Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades) similar a cualquier otro informe que se precie.

En sus conclusiones se citan, a modo de propuestas y directrices estratégicas (¡cuánto se abusa de este término!) todas aquellas que cada día se debaten en los cafés tomando unos guarisnais: impulsar un plan de empleo, redefinir y diversificar la política industrial, mejorar las infraestructuras, proteger y sanear la ría, aprovechar el conocimiento generado en el campus industrial, etcétera…

Pues, qué quieren que les diga… Cada vez que leo uno de estos informes que todo lo abarcan y nada concretan, valoro más el trabajo realizado por los sabios ilustrados, como Jovellanos. El asturiano Jovellanos era uno de esos adelantados a los que el Consejo de Castilla, es decir, el monarca español, le pedía que hiciera ensayos sobre diferentes problemas: agrícolas, educativos, sanitarios, de buenas costumbres. La diferencia, ¡enorme diferencia!, era que de esos ensayos salían recomendaciones claras, directas, que se ponían en práctica de forma inmediata. Hoy sería algo así como pasar de la estrategia a la táctica, a los planes de acción, para lo que se requiere, sin duda, mayor conocimiento y compromiso. Valores en los que los filósofos y políticos del siglo XVIII superaban, con creces, a los gobernantes actuales, poco dados a eso que se conoce como analizar, gestionar y resolver los problemas inmediatos.