«La ciudad de Ferrol guarda un cierto parecido con Lisboa»

Á. ALONSO FERROL

FERROL CIUDAD

SAGA

Al timón del primer crucero de la campaña en Curuxeiras, el capitán del «Saga Sapphire», Philip Rentell, resaltó la fachada atlántica de la urbe

01 abr 2017 . Actualizado a las 12:43 h.

No era la primera vez que visitaba Ferrol, pero el capitán del Saga Sapphire, Philip Rentell, volvió a llevarse un grato recuerdo. El crucero, propiedad de la naviera Saga Cruises, realizó entre el 15 y el 16 de marzo una larga escala de más de veinte horas, que sirvió para que las 1.100 personas que iban a bordo, entre pasajeros y tripulación, conocieran la ciudad. Además, al contrario que en anteriores ocasiones, fueron mayoría los que se quedaron y no optaron por viajar a Santiago.

«Al llegar a media mañana, el cielo despejado permitió que la luz del sol reflejara en los tradicionales edificios antiguos, a la orilla del muelle deportivo. El de Ferrol es un puerto muy interesante, protegido del mar por un estrecho canal de tres millas, pero que se convierte al final en una gran bahía. Allí los españoles han tenido siempre una de sus principales bases navales», relata Rentell en el blog de la naviera.

Asimismo, subraya que «por supuesto, también existe actividad comercial de pesca y barcos», además de poseer «uno de los principales astilleros para la construcción y reparación de las grandes plataformas de gas».

A continuación, el capitán inglés comenta su paseo por la ciudad que, asegura, «guarda un cierto parecido con la urbe portuguesa de Lisboa». «Una vez pasado el casco antiguo cerca del puerto, con el Arsenal a la derecha, seis calles paralelas forman un rectángulo con un cuadrado en cada extremo», explica Rentell a sus lectores. 

«Edificios interesantes»

«Hay muchos edificios interesantes -continúa-, incluyendo el mercado, el Ayuntamiento y, en particular, el museo Exponav, que muestra una ingente cantidad de artefactos relacionados con la historia naval española», Por otro lado, también reseña que en el Arsenal hay «un gran número de buques de guerra activos» y agrega una referencia al Príncipe de Asturias: «También está el primer portaviones español con rampa para los Harrier, ahora desarmado y esperando lo inevitable [por su desguace]».

Para concluir su visita, después del paseo vespetino, el capitán del Saga Sapphire disfrutó de una cena en «un pequeño restaurante» del puerto junto a su mujer, a la que nombra como la señora R. «Nos lo recomendó el piloto y resultó ser excepcional, un grato recuerdo. Por cierto, os recomiendo el albariño», concluye.