«Vine por cuatro meses con una beca Erasmus y llevo aquí ya casi siete años»

beatriz antón FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

JOSE PARDO

La rumana Simona Herghelegiu aterrizó en Esteiro por una breve estancia de estudios, pero la ciudad le gustó tanto que decidió quedarse: «Me enamoré de Ferrol... Y también de un ferrolano»

18 mar 2017 . Actualizado a las 12:19 h.

Simona Herghelegiu jamás imaginó que una beca Erasmus podría cambiarle la vida. En el año 2010 llegó a Ferrol con la intención de pasar un cuatrimestre en las aulas de la Facultad de Humanidades, pero lo que encontró aquí le gustó tanto que la estancia se alargó mucho más de lo ella había previsto en un principio. «Me vine por cuatro meses y llevo aquí ya casi siete años. ¿Que por qué decidí quedarme? Pues porque me enamoré de Ferrol, de su mar... Y también de un ferrolano», cuenta con cierto rubor esta rumana de Piatra-Neamt, una pintoresca ciudad de los Cárpatos orientales.

Ahora, a sus 26 años, Simona mira a la vida con ojos optimistas. En su currículo presume ya de su título de graduada en Humanidades y el próximo mes de septiembre le dará el «sí, quiero» a Pablo, su novio ferrolano. «La verdad es que he tenido muchísima suerte, porque mis suegros me adoran y aquí ya tengo muchos amigos», comenta Simona feliz.

De momento, el escurridizo mundo laboral es lo único que se le escapa de sus manos. Durante un tiempo colaboró como intérprete para la policía y los juzgados. Y también hizo prácticas en el centro cultural Torrente Ballester, el teatro Jofre y la biblioteca de la Casa del Patín. Pero ahora está en dique seco, sin trabajo, aunque con muchas ganas de encontrarlo. «La verdad es que para mí sería un sueño poder trabajar en el ámbito cultural o turístico, aunque también estaría feliz si consiguiese algún empleo como intérprete», cuenta una joven que habla rumano, español, inglés y francés.

Echando la vista atrás, Simona asegura que la adaptación a su ciudad adoptiva fue como coser y cantar. «En todas partes hay problemas de xenofobia, pero la verdad es que yo aquí nunca tuve ningún problema, porque los ferrolanos son muy acogedores», dice agradecida.

Eso sí, Simona cree que la imagen que los gallegos tienen de su país está distorsionada. «Al igual que España no es solo sol, toros y paella, Rumanía no es solo el conde Drácula y Transilvania», comenta entre risas. Además, a esta ferrolana de adopción le molesta un poco que en los medios de comunicación solo se mente a los rumanos para hablar de «robos o asesinatos» o por su dedicación a la mendicidad. «Puede que haya rumanos que no se integren, pero también hay otros muchos que sí. En todas partes hay personas buenas y malas y no se puede generalizar», comenta.

Frente a los prejuicios y estereotipos, esta joven hace un retrato entusiasta de su país, donde se pueden encontrar increíbles monasterios, paisajes de ensueño y joyas como la Transfagarasan -la carretera más espectacular de Europa- , aunque confiesa que no se ve haciendo las maletas para emprender el camino de regreso: «Me encanta Rumanía, pero allí los sueldos son muy bajos y no hay el nivel de vida que se tiene en España».

Por eso, mirando al futuro, ella se ve en Ferrol. «Yo ya me siento de aquí, mi hogar está en Esteiro», dice con cariño del barrio que la acogió desde que llegó a Galicia. Simona no se cansa de echar piropos a la ciudad, aunque lamenta la cantidad de bajos que hay vacíos y el estado ruinoso de muchos edificios. «Las autoridades deberían hacer algo, expropiar esas casas o presionar a los propietarios para que las arreglen», apunta reivindicativa. Pero, por encima de todo eso, resalta el «enorme potencial» de la urbe. «Esta ciudad tiene un gran patrimonio, pero creo que los ferrolanos no lo conocen ni lo valoran lo suficiente».

EN CORTO

Familia. Los padres de Simona viven en Rumanía, y su hermana, en Irlanda. Habla a menudo con ellos por skype.

Boda a la vista. El próximo septiembre se casará con su novio en una ceremonia civil en el Torrente Ballester. Será una boda con marisco gallego y una costumbre rumana: el rapto de la novia.