Polémicas ubicaciones
El 1 julio del 2015 la anterior concejala del área, que dimitiría meses después, María Teresa Riveira, comunicaba que se habilitaría una parte de Ponzos para este fin. Las críticas de colectivos ecologistas hizo dos días después al alcalde dar marcha atrás y matizar que la decisión no era firme. Y el día 11 Riveira descartaba ubicarlo en un arenal exterior y apostaba por una del interior de la ría: A Graña, A Cabana o Cariño, poniendo horarios para su uso. La contestación vecinal brotó automáticamente en esas zonas. A finales de ese mes, se descartaban A Graña y A Cabana, pero el alcalde insistía en que la playa se habilitaría ese verano. En septiembre tuvo que admitir lo obvio: que no habría arenal canino esa temporada.
En octubre se conoció un primer avance de la nueva ordenanza, aprobada hace unas semanas, de la que se suprimió la exigencia municipal de crear una playa para perros. La falta de consenso impidió el verano pasado crear esa playa por tercer año consecutivo. Entonces el gobierno local aseguró que no renunciaba a esta medida, anunciada por primera vez en septiembre del 2013, todavía con el gobierno popular.