El tren a Caneliñas ha de ser el revulsivo para que los muelles ferrolanos ganen al fin tráficos de mercancía general
05 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.La Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao cerró el 2016, de nuevo, con buenas cifras de tráficos y ha arrancado el 2017 con el empujón definitivo a la tan demandada obra del ferrocarril a Caneliñas. Se abre, de este modo, un escenario propicio para que el organismo que preside José Manuel Vilariño profundice en la diversificación, para que actúe como nodo logístico en más campos y, sobre todo, para que capte nuevos tráficos de mercancía general, la de mayor valor añadido por los puestos de trabajo y plusvalías que se generan a su alrededor.
¿Cuál es la situación actual?
En el 2016 los muelles locales y los lucenses de San Cibrao, todos ellos gestionados desde Curuxeiras, superaron por sexto año consecutivo -tal y como informó el organismo- los doce millones de toneladas de graneles y mercancías. Fueron, en concreto, 12,5 millones de toneladas. Apenas un 2 % menos con respecto al 2015.
¿Ha habido un salto?
Sí. Grande y en poco tiempo. El organismo Puertos del Estado detalla que en el 2005 -cuando la rada de Caneliñas se encontraba en un estado germinal- la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao movió 9,7 millones de toneladas. A partir de ese momento, al margen de vaivenes puntuales, la tónica ha sido el crecimiento paulatino hasta consolidar, como ya se ha mencionado, una media de doce millones de toneladas anuales.
¿Cuáles son las fortalezas?
Variadas. Un entramado de muelles interiores y exteriores dotados con conexión por carretera y, ahora, con la obra del tren a Caneliñas al fin adjudicada. Una buena posición geográfica para aprovechar las ventajas derivadas de las variaciones de las grandes rutas marítimas globales tras la ampliación del canal de Panamá. Competitividad en costes y tasas. Suelo empresarial próximo (aunque no en el municipio de Ferrol, que todavía carece de él). Arraigada tradición en el sector por y una comunidad portuaria que opera con una alta profesionalización... Las bazas a favor para dar un nuevo salto tanto cuantitativo como cualitativo en mercados y tráficos son, a día de hoy, muchas.
¿Cuáles las debilidades?
Precisamente, todas pasan por la necesidad de esa mencionada diversificación. De las tres patas que componen el negocio marítimo -graneles sólidos, graneles líquidos y mercancía general- la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao depende en exceso de los graneles sólidos, fundamentalmente del carbón de Endesa. Y aunque los graneles líquidos (gas licuado de Reganosa, biodiésel...) han crecido en los últimos tiempos, la mercancía general es la gran asignatura pendiente. La idea es mantener los mercados existentes pero darles más variedad para evitar riesgos y crecer en actividad.
¿Cuánta mercancía general se mueve?
El pasado ejercicio fueron 765.299 toneladas dentro de ese global mencionado de 12,5 millones.
¿Cómo se puede ganar mayor cuota en este mercado?
A través de la terminal de contenedores de FCT, gestionada por la compañía portuguesa TCL y propiedad del grupo turco Yildirim. La concesión de suelo en Caneliñas para ese complejo ha sido la mayor apuesta de la Autoridad Portuaria Ferrol-San Cibrao en los últimos ejercicios. Se contaba con que estuviese operativa a mediados del 2014 pero, por el momento, los tráficos no han arrancado.
¿Facilitará la obra del ferrocarril la llegada de contenedores?
En teoría sí. De hecho, una terminal de contenedores sin enlace ferroviario es una terminal coja para las demandas de las grandes cadenas logísticas internacionales. Hay negociaciones abiertas con navieras para captar contenedores y se espera que en el transcurso del presente ejercicio, al fin, comiencen a llegar barcos a esa terminal de FCT. No se prevé una irrupción espectacular dentro de ese mercado de contenedores, pero sí progresiva, acompasada al desarrollo del ferrocarril. Y ese es el punto de inflexión para un puerto en forma pero que puede tener mucho más músculo. Y que está obligado a diversificarse.