La falta de saneamiento tiene al límite al sector marisquero de la ría de Ferrol

FERROL CIUDAD

ANGEL MANSO

Las bateas de reinstalación provocan, según los pósitos, la esquilmación de As Pías

01 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La situación límite en la ría que llevan denunciando, sobre todo en las últimas semanas, los pósitos de Ferrol y Barallobre, la confirman las cifras absolutas de las lonjas de ambas cofradías. El declive se nota sobre todo desde el temporal acontecido en enero de 2016, al que los mariscadores echan parte de culpa.

En los últimos 14 meses, la ría ha sido incapaz de producir más de 20.000 kilos mensuales de almeja babosa, el molusco con el que subsiste la mayoría, cuando en los años anteriores era algo habitual alcanzar esa cifra. De hecho, el pasado mes fue el peor enero del último lustro.

La falta de saneamiento y la esquilmación de los bancos que esta provoca está ahogando al bivalvo, al que cada vez le que cada vez le cuesta más llegar a la talla exigida, pues se está recogiendo antes de tiempo.

Entre las cofradías de Ferrol, Barallobre y Mugardos extrajeron 161.222 kilos de almeja babosa en 2016, un total muy alejado al de ejercicios anteriores: 273.141 (2015), 299.883 (2014), 293.558 (2013) y 231.654 (2012), según las cifras del portal Pesca de Galicia de la Consellería do Mar. En lo que va de este año, hasta la pasada semana, cuando se ordenó parar la extracción, la cifra es de solo 15.233 kg, muy alejada, por ejemplo, de los más de 30.500 del mismo período de 2016 o los más de 40.000 que se alcanzaron en 2015.

La única alegría en los últimos meses para los pósitos, también refrendada por los registros de las lonjas, es la aparición de un banco de almeja rubia en la ría de Ares, que estará abierto hasta el próximo 31 de marzo. La cifra de esta especie de bivalvo se disparó hasta los 101.100 kilos en el total de 2016, cuando en el último lustro el mejor número había sido los 57.872 de un año antes. Gracias a ello, el total de la recogida de almeja, en la que también se incluyen la japónica (abundante en O Couto) y la fina, llegó en 2016 hasta los 280.065 kilos, que se iguala con 2012 (286.628) en el último lustro.

Sin embargo, ya alertó la pasada semana el patrón de Barallobre, Carlos Rey, que las zonas de libre marisqueo, como la citada de Ares, estaban repletas de furtivos. Apuntó a la existencia incluso de bandas organizadas, que recogían sobre todo almeja y vieira. Por ello, pedía un control «más exhaustivo» de esas áreas.

Mientras, en As Pías, el principal problema continúa siendo la acumulación de lodos y restos de todo tipo, que convierten en zona C gran parte del banco. «A combinación de barreiras e vertidos provoca a clasificación microbiolóxica C e a penuria para o marisqueo e as confrarías», comentaba el biólogo Joám Luís Ferreiro. Los mariscadores está constantemente en la misma zona y el banco acaba esquilmado.