Navantia garantiza 3.400 empleos ligados a las F-110 durante diez años

Beatriz García Couce
beaTRIZ COUCE FERROL

FERROL CIUDAD

ANGEL MANSO

La Armada anuncia en Ferrol que el coste de las fragatas rondará los 4.000 millones

23 feb 2017 . Actualizado a las 22:28 h.

En la misma jornada en la que la plantilla de Navantia salía a la calle de nuevo para poner de manifiesto su preocupación ante las pérdidas, la Armada y Navantia presentaban el programa para la construcción de las F-110. Los responsables consideran que las futuras fragatas supondrán un antes y un después para la Marina, para el astillero ferrolano y para la ciudad. En una jornada celebrada en la tarde del jueves en Exponav, tanto el vicealmirante Gregorio Bueno, jefe de la División de Planes del Estado Mayor de la Armada, como Juan Carlos Díaz Cuadra, jefe del programa de las F-110 en la empresa pública, pusieron de relieve la trascendencia que tendrán las fragatas del futuro, ya que dotarán a la Marina de unos buques versátiles tanto para hacer frente a misiones de baja como alta intensidad, despejarán diez años de carga de trabajo para el astillero, empujarán la transformación de la factoría y revitalizarán el empleo en la comarca.

En concreto, Díaz Cuadra estimó que, durante la década de ejecución del programa, su desarrollo garantizará 1.300 empleos directos de Navantia, además de otros 2.100 de las industrias auxiliares. Adicionalmente, otros 3.600 estarán vinculados con mayor o menor intensidad a este contrato, por lo que tendrá un impacto global sobre 7.000 puestos de trabajo. En conjunto, suma entre 16 y 18 millones de horas de ocupación.

Los ponentes en la jornada recordaron que en el año 2015 comenzó el desarrollo de los programas tecnológicos asociados, con inversiones ya en curso presupuestadas en 174 millones de euros. A finales de este año culminará la fase de definición, y a partir del 2018 se estima la de ejecución, aunque aún no está fijada la fecha para el inicio de la construcción. Gregorio Bueno explicó que solo en el desarrollo orden de ejecución ?que equivaldría a la firma del contrato en el mercado civil?, los trabajos podrían desarrollarse durante más de un año.

No obstante, en el cronograma que barajan ambas partes, se prevé que la primera de las unidades pueda entrar en servicio en el año 2024 y está previsto que los nuevos barcos continúen con su vida útil hasta el año 2060.

Junto a un marcado componente nacional, la F-110 tendrá 145 metros de eslora (largo), 18.6 de manga (ancho) y 9,6 de puntal, además de contar con una capacidad para desplazar 6.100 toneladas. Su propulsión combinará unos motores eléctricos con una turbina de gas y su diseño nacerá para competir internacionalmente con otros buques de similares características del mercado.

El vicealmirante insistió en la «necesidad y oportunidad» que representa este programa, aunque también admitió la importancia de la voluntad política en su materialización. Aunque aún no está cerrado por completo, cifró en unos 4.000 millones el coste de este encargo.

Armada y Navantia quieren ligar su ejecución a la transformación del astillero ferrolano, para construir los navíos en un dique seco cubierto y con unos talleres concentrados en sus proximidades, no distanciados, como sucede actualmente.

Ante un nutrido aforo, el conselleiro de Industria, Francisco Conde, puso el broche a las jornadas, subrayando también que el programa de las F-110 se alinea con la apuesta de Navantia por la innovación y por el astillero del futuro.