Navantia supera el primer hito en la obra de los logísticos australianos

Beatriz García Couce
Beatriz Couce FERROL

FERROL CIUDAD

CEDIDA

Unos 140 empleados directos y auxiliares participaron en la revisión del diseño

18 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El contrato de construcción de los dos buques de aprovisionamiento en combate para la Armada de Australia acaba de superar su primer gran hito tras la firma del acuerdo. Personal de la Commonwealth of Australia, entre ellos el director general de adquisiciones de buques especiales, se desplazaron a finales de año a Ferrol para realizar la revisión del diseño funcional del barco, la conocida como Preliminary Design Review, que según informa la empresa pública, ha superado con éxito.

Alrededor de cien trabajadores de Navantia y unos 40 de empresas auxiliares han participado en esta fase, que ha dado paso a la etapa de desarrollo de la ingeniería de la construcción. Ahora, al igual que en la fase anterior, empleados de subcontratas trabajan estrechamente con la plantilla directa del astillero para realizar las tareas encomendadas. El próximo hito será la Critical Design Review (CDR), previo al pistoletazo de salida a la construcción en los talleres.

Navantia prevé que la fabricación física de los barcos en los talleres se inicie el próximo mes de junio. Empezará a contar entonces el plazo de tres años y medio para la ejecución de ambos barcos. El contrato garantiza tres millones de horas de trabajo para unos 2.000 empleados, tanto de la plantilla directa de la factoría como de compañías auxiliares.

Con este programa, el astillero ferrolano tendrá que hacer frente al reto de construir los dos buques en un plazo de tiempo muy justo. Así, el Cantabria español, modelo en el que están basados los barcos de Australia, tardó tres años en construirse, mientras que los logísticos para las Antípodas tendrán que hacerse en tres años y medio los dos. Supone un gran desafío para el astillero, ya que en el 2019 tendrá que entregar el primero de los navíos (dos años y medio después de iniciada su fabricación) y el segundo, un ejercicio más tarde. La urgencia en los plazos de entrega la marcan el estado de los dos barcos logísticos con los que cuenta actualmente la Marina de las antípodas, el HMAS Success y el HMAS Sirius, que necesitan ser sustituidos. 

Los barcos logísticos estarán destinados al suministro de víveres y combustible al resto de los barcos de la flota y se convertirán en el sexto y séptimo buques que lleven el sello de Navantia, después de los dos multipropósitos fabricados en Ferrol y los tres destructores que se construyen en Adelaida bajo la dirección de los astilleros públicos españoles y basados en las F-100 españolas.

El contrato está presupuestado en 430 millones de euros e incluye tanto la fabricación de los navíos como su mantenimiento futuro. Al menos uno de los navíos tendrá base en Perth, ciudad en la que Navantia abrirá una sede a partir de entonces para atender a cualquier contingencia que surja con la garantía del barco. Esta ciudad se sumará a las localizaciones en las que ya tiene presencia el equipo de Navantia desplazado al país (Sídney, Canberra y Adelaida). 

Desplazados

A diferencia de lo que sucedió con los megabuques, apenas habrá personal australiano destinado al programa en Ferrol. Navantia estima que habrá una o dos personas en períodos de estancia máxima de dos meses hasta que de comienzo la construcción de los barcos, y una vez que se produzca este hito, sí habrá equipo permanente, supervisando las tareas de ejecución, compuesto por unas tres personas.

Después de la entrega del flotel para la petrolera Pemex, en los astilleros de la ría solo queda un proyecto de buque entero: el BAM para la Armada española, que si se cumplen las previsiones será botado la próxima primavera. Además, continúan las labores de fabricación de los bloques para los petroleros Suezmax que se montan en Cádiz.