Chao y Aneiros

Ramón Loureiro Calvo
Ramón Loureiro CAFÉ SOLO

FERROL CIUDAD

28 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Cada vez que paso por Santa Mariña, por la Santa Mariña ferrolana, y veo su vieja capilla (por cierto: el más antiguo de cuantos edificios conserva Ferrol en pie, aunque su origen medieval ya solo se aprecie en la fachada), no puedo dejar de acordarme del Padre Sarmiento, que cuando estuvo allí a mediados del siglo XVIII, durante uno de sus viajes a Galicia, comentó admirado, como ustedes bien saben, la hermosa vista que desde aquel lugar se contemplaba. Pero de quien me acuerdo, sobre todo, es de Pepe Chao, de Xosé Chao Rego; de uno de los grandes intelectuales gallegos del siglo XX. Porque Pepe Chao, durante su etapa como párroco en Santa Mariña, ejerció una labor, en defensa de la verdad, de la libertad y de quienes nada tienen, cuyo eco se extendió no solo por Galicia entera, sino bastante más lejos. Y algo parecido me sucede al pasar, muy cerca de allí, por San Pablo, por San Pablo de Catabois: que al ver su iglesia vuelve a mi memoria todo cuanto hizo el sacerdote que construyó ese otro templo, tan diferente: Antón Martínez Aneiros, otra figura excepcional de la diócesis que tiene sus capitales en Ferrol y en Mondoñedo. Aneiros, que tras secularizarse fue el primer alcalde constitucional de Narón, y más tarde diputado del Parlamento Galego, vive en O Val, donde nació en 1933, ahora completamente alejado de la vida pública. Pero su inmensa obra, que lo llevó a dar todo por los demás, está hecha. Y es, también, una de las grandes obras de la Galicia del siglo XX. Sin Antón, sin Pepe Chao y sin quienes caminaron junto a ellos, nuestro país sería hoy un lugar mucho peor. Conviene no olvidarlo, creo. Yo lo recuerdo, ya digo, cada vez que paso ante sus iglesias.