El pleno rechaza la propuesta del BNG de anular el convenio del saneamiento

Carmela López
carmela lópez FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

José Pardo

El PP le recriminó al alcalde la falta de información sobre el proceso de depuración

27 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Una moción del BNG solicitando la anulación de los convenios con Acuaes para el saneamiento de la ría de Ferrol centró la mayor parte del debate en el pleno celebrado ayer por la corporación municipal ferrolana, que se prolongó por espacio de más de cuatro horas. La propuesta nacionalista, que se sustentaba en el hecho de que los ferrolanos no deben sufragar los gastos derivados de las obras, en la opción de entregar la gestión a una empresa privada y en que no se contempla una red separativa de pluviales y residuales, resultó fallida por los votos en contra de los restantes grupos de la oposición y también el del gobierno.

No obstante, sí generó un intenso debate, en el que todos los posicionados en contra coincidieron en señalar que, si bien hay cuestiones mejorables, lo primordial en estos momentos es la puesta en marcha del saneamiento. Así lo indicó Ana Rodríguez Masafret, de Ciudadanos, y también Bruno Díaz, del PSOE, quien se mostró especialmente crítico con el BNG, al que culpó de tratar de obstaculizar la depuración y aludió a la postura del Bloque de Narón, que reconoció que los convenios están firmados y, por lo tanto, no se puede volver atrás.

La portavoz del PP, Martina Aneiros, también acusó a los nacionalistas de tratar de tirar por tierra todas las millonarias infraestructuras ya construidas y, en alusión al BNG naronés, apunto que «hay dos tipos de BNG, el razonable y coherente, y el de Ferrol, que es el del bloqueo». Aneiros aprovechó la ocasión para manifestarle al alcalde, Jorge Suárez, «ahí tiene a su aliado natural», y también para recriminarle el oscurantismo en los temas del saneamiento, de los que tenemos que enterarnos por la prensa», apostilló.

El regidor ferrolano, por su parte, manifestó que entendía la posición política del BNG, «pero non a podo compartir pola razón práctica de que quero que empece o saneamento».

Otro de los asuntos que suscitó también bastante debate fue el relativo a la aprobación inicial de la ordenanza municipal de Protección dos animais e convivencia responsable, que salió adelante con la abstención del PP y el BNG, por apreciar carencias en la normativa. Más que un debate fue un diálogo entre el concejal de Benestar Animal, Luis Victoria, y Francisco Breijo, del grupo popular y veterinario de profesión, que derivó en el tema de las 40 colonias de gatos no controladas que hay en la ciudad, compuestas por entre 15 y 20 ejemplares, que representan un auténtico problema. Una de las carencias que echaron en falta es la anunciada playa para los perros y Luis Victoria aseguró que la solución se plantea difícil, pero que lo seguirá intentando hasta el final del mandato.

Otro punto caliente del pleno fue una moción de la concejala de Ciudadanos en la que se solicitaba una intervención en la zona del paseo marítimo de Caranza, en el que denuncia la existencia de bancos rotos, losetas levantadas y elementos del parque biosaludable oxidados y con aristas peligrosas. Si bien todos reconocieron las citadas deficiencias, la moción dio pie a un debate sobre si el plan que el equipo de Suárez denomina «Barrio a barrio + ciudad» es una continuidad o no del «Plan de barrios» del anterior gobierno del PP.

Recimil fue otra de las cuestiones abordadas, a través de una moción del grupo popular, en la que planteaba la necesidad de recuperar el plan sociocomunitario y que salió adelante con una enmienda formulada «in voce» por la socialista Beatriz Sestayo de crear una comisión para regularizar la situación del barrio. Solo se opuso el BNG.

En la sesión se dio cuenta de la renuncia del concejal del PP Guillermo Evia, al que el alcalde agradeció su dedicación a la ciudad y que se despidió pidiendo «un esfuerzo para rebajar el clima de confrontación».