«Educar no es hablar; es generar hábitos»

FERROL CIUDAD

XOÁN A. SOLER

El psicólogo ofrecerá mañana una charla sobre las claves de la educación para la infancia actual

18 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Javier Urra visitará mañana (20.00 horas) la sede ferrrolana de Afundación para impartir la conferencia La educación, la mejor de las vacunas. Urra, psicólogo forense de la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia, presidente de la Asociación Iberoamericana de Piscología Jurídica y terapeuta, es también autor de varios libros centrados en los problemas de la infancia y la juventud. El último lleva por título Primeros auxilios emocionales para niños y adolescentes.

-¿En qué consisten esos primeros auxilios?

-Es un libro en el que se ofrecen a los padres y educadores vacunas y antídotos emocionales. En España, en mi época, los niños morían de tuberculosis, tenían polio y otras enfermedades que casi se han erradicado. Pero hoy hay otros problemas: casos de depresiones, niños con un alto grado de estrés y ansiedad, o que no es que utilicen las nuevas tecnologías, es que viven en ellas. De lo que se trata es de que sepamos cómo vacunar a los niños de la sociedad actual para que tengan un proyecto de vida, para que no sufran un vacío existencial, para que entiendan que lo importante es el tú y no el yo.

-Dice que la educación es la mejor de las vacunas pero ¿para qué exactamente?

-Para entender la vida y no exigirle más de lo que la vida puede dar; para ser una persona amable con uno mismo y agradable para los demás. La educación es la mejor de las vacunas contra el acoso escolar, contra la violencia de género, contra ser abducido por la yijad y, en general por otros grupos radicales; para no caer en adicciones como el juego.

-Vivimos en una sociedad con un nivel de formación mayor que las anteriores, se supone que tenemos más educación.

-En España el 40 % de la población reconoce que no lee nada y por lo tanto el nivel de incultura que tenemos es bastante gráfico, lo cual, por otro lado, es difícil de entender en una sociedad avanzada con un sistema educativo universal.

-¿Estamos peor que antes?

-No. En general el mundo avanza, mejora y mucho. Yo he sido patrono de Unicef y hoy el agua potable está llegando a casi todos los sitios del mundo, la esperanza de vida aumenta rápidamente, el número de mujeres que hay en los parlamentos se ha multiplicado, la salud infantojuvenil en el mundo mejora día a día. Cualquier aspecto que mires lo demuestra, incluso las muertes por terrorismo y violencia han bajado muchísimo. Pese a que hoy veamos casos como el de Siria, que es terrible; pero no estamos en una guerra mundial, como fueron la primera y la segunda. El avance de la sociedad también lleva a que ahora esté más alerta ante determinadas situaciones, como el acoso escolar o la violencia de género.

-¿Qué hacemos mal?

-Bueno yo no creo que todo el mundo esté haciendo las cosas mal. Al revés, yo creo que en una amplísima mayoría las cosas se hacen bien, lo que sucede es que hay que aprender a relativizar la información. Hoy nos enteramos de crímenes o delitos en cualquier parte del mundo, pero eso no significa que todos seamos delincuentes. No se puede pedir que todo sea perfecto, ni que creamos que todo el mundo va a ser bondadoso y bueno. Pero tampoco lo contrario. A nadie se le ocurre quedarse encerrado en casa y no ir a donde tiene que ir porque un avión puede caerse o un coche puede tener un accidente. Hay que educar en que la vida es riesgo, pero también es belleza y sobre todo, hay que aprender a educar para esta sociedad y para el futuro a nuestros hijos y hacerlo con hechos.

-Póngame un ejemplo

-Hoy el 50 % de la población española se separa. No se trata de entrar en juicios de valor, es una realidad. Pero ¿preparamos a los niños para entender los procesos de separación, para que cuando sean mayores si un día su pareja les dice que se va entienda que no puede obligar a otra persona a quererle? Si estoy en una habitación en la que la puerta se abre desde dentro y pido a un niño que salga fuera y abra la puerta, me dirá que no puede. Pues eso es educar, hacerle entender que en la vida hay cosas que tú no vas a poder hacer desde fuera, porque son desde dentro; que uno no puede imponer su voluntad siempre sobre el otro. Educar es enseñar qué es el deber, y llevarles a ir a ver a la abuela que tiene alzhéimer. O enseñarles a estar en soledad. Pero eso no se consigue solo con palabras; es ir unos días de campamento y entonces verás que hay tormentas y que hay días que pega el viento. momentos en que te sientes triste y solo porque no tienes a tu lado a quienes habitualmente te acompañan. Educar no es hablar, es generar hábitos.