«"Juego de tronos" no es la mejor serie para aprender política»

B. Antón

FERROL CIUDAD

El catedrático de Filosofía del Derecho Francisco Javier de Lucas participa hoy en el ciclo de charlas de la Cátedra Jorge Juan

11 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy • Sala Carlos III de Exponav • 19.30. horas • entrada libre y gratuita •

Francisco Javier de Lucas, catedrático de Filosofía del Derecho y Filosofía Política, es conocido por sus trabajos sobre políticas migratorias, racismo o xenofobia, pero también es un apasionado del séptimo arte y fue pionero en campos de trabajo innovadores como los estudios sobre derecho y cine. Director del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de Valencia, esta tarde estará en Ferrol para ofrecer la conferencia Cine y política: más allá de Juegos de Tronos, dentro del ciclo de la Cátedra Jorge Juan.

 -Pablo Iglesias siente predilección por «Juego de tronos» e incluso ha coordinado un libro sobre las lecciones políticas de la serie. ¿A usted qué le parece?

-Aunque pienso que Juego de tronos es un producto televisivo muy eficaz y muy bien empaquetado, creo que no es el mejor ejemplo para aprender política. La serie no aborda cuestiones políticas en profundidad, sino que se centra sobre todo en la lucha por el poder y lo adereza con sexo y violencia para llamar la atención del espectador. Creo que en la televisión actual hay otras series que abordan mejor la complejidad de la política.

-¿Por ejemplo?

-A mí me parece que está muy bien Borgen, una serie danesa que aunque refleja una sociedad idealizada, que no se corresponde con la realidad, sí ha sabido aproximarse a cuestiones políticas de actualidad desde una perspectiva muy acertada y realista. O The Bridge, la versión americana de la danesa Broen, en la que se abordan las relaciones entre Estados Unidos y México.

-En su conferencia también hace referencia a películas clave de la historia del cine, como «Tiempos modernos».

-Es que, además de ser una sátira fabulosa, Tiempos modernos también encierra mucha reflexión política. Y un ejemplo claro de ello es la escena en la que los obreros salen de la fábrica. Yo creo que el cine político no es solo Todos los hombres del presidente. Hay muchas películas que aparentemente no hablan de política, pero si las analizamos podemos ver que abordan problemas claramente políticos, como por ejemplo, El apartamento, de Billy Wilder, en la que se ve cómo se premia o se castiga en el mundo de trabajo, los diferentes caminos que hay para prosperar, el abuso del poder... O Blade Runner, que puede servir para ejemplificar el modelo político de tratamiento a los emigrantes, porque los replicantes no son sino emigrantes de los que hay que deshacerse cuando ya no funcionan.

-¿En España existe alguna serie que haya reflejado bien el panorama político actual?

-Yo creo que no la hay, aunque sí hay algunas películas, sobre todo thrillers policíacos, en los que se han reflejado muy bien asuntos como la corrupción o las relaciones entre la banca y el poder político. Ahí están títulos como Caja 212 o El hombre de las mil caras.