«El alumno ha pasado a convertirse en protagonista de su formación»

FERROL CIUDAD

LOS DIRECTORES, DIEGO RUIZ (ESENGRA) Y ALFONSO VALLÉS (ESCAÑO)
LOS DIRECTORES, DIEGO RUIZ (ESENGRA) Y ALFONSO VALLÉS (ESCAÑO) CÉSAR TOIMIL

Los responsables de las escuelas navales de Ferrol, Alfonso Vallés Sales y Diego Ruiz y Ruiz de Cortázar, repasan el estado actual de la enseñanza tras cinco meses en el cargo

01 jul 2017 . Actualizado a las 19:16 h.

El pasado 20 de julio, Alfonso Vallés Sales (Valencia, 1963) y Diego Ruiz y Ruiz de Cortázar (Ferrol, 1964) recibieron el bastón de mando de las escuelas navales de Ferrol: la Antonio de Escaño, ubicada en Caranza, y la Estación Naval de A Graña (Esengra).

-¿Cómo han vivido los cinco primeros meses en el cargo?

-[Alfonso Vallés] En este período, aparentemente corto pero intenso como corresponde a una relación con un fuerte componente humano, he tratado de obtener un análisis del proyecto que desarrollaré, con mi equipo, los próximos tres años. Un grupo experimentado en años al servicio de la enseñanza en la Armada que es más que la suma de sus miembros.

-[Diego Ruiz] Los he vivido en medio de la continua e intensa actividad que supone la diaria labor de la Escuela, que cada curso recomienza el 1 de septiembre. Ese día todo debe estar listo para recibir a los alumnos y comenzar el curso. Y desde ese día sabemos ya que no cesará la actividad hasta mediados de julio del próximo año.

-¿Cuál es el estado de las instalaciones de las escuelas navales?

-[A.V.] Es bueno. La Antonio de Escaño cubre 180.000 metros cuadrados, de los cuales 56.000 corresponden a edificación y el resto a zonas verdes. Nos apoyamos en el equipo de infraestructuras del Arsenal de Ferrol para ejecutar nuestro programa de mantenimiento conforme a un escenario realista de recursos y a un ciclo de vida largo característico de las infraestructuras. Actualmente estamos inmersos en estudios de mejora de la infraestructura eléctrica y de eficiencia energética, un área que considero relevante. Acabamos de renovar nuestro certificado del Sistema de Gestión Medioambiental.

-[D.R.] La Esengra es muy amplia, tiene multitud de instalaciones, algunas de ellas de cierta edad ya. El estado es bueno en general, aunque lógicamente vivimos en un ciclo permanente de mejoras, mantenimientos, reparaciones, para tratar de tener todo como es debido. Con la implantación del actual modelo de enseñanza de suboficiales se realizó una importante inversión para mejorar aulas y medios de enseñanza. Igualmente se han realizado reparaciones y acondicionamiento del edificio principal de la Escuela, se han construido y rehabilitado parte de las instalaciones deportivas, y está en estudio la remodelación del Cuartel de alumnos. Se puede decir que, aunque siempre sujetos a las limitaciones presupuestarias, hemos hecho importantes avances en los últimos años.

-¿Los planes de estudio han ido variando con el paso de los años o permanecen intactos?

-[A.V.] Las adaptaciones son inherentes a los importantes cambios que, en materia de formación, ha introducido la Ley de la Carrera Militar. Si bien el modelo de carrera, sobre el que se fundamenta el de la formación, está plenamente instaurado, la experiencia obtenida de las promociones con el nuevo modelo requiere atención. En el año 2014 egresaron los miembros de la primera promoción de suboficiales y este año que concluye ha correspondido a los oficiales. A su vez, nuestros planes de estudios responden a un Armada tecnológicamente avanzada que requiere de una formación continua y actualizada.

-[D.R.] Son algo vivo, en permanente revisión, al igual que lo son las misiones y los cometidos que desempeña la Armada y que por tanto desempeñarán nuestros alumnos cuando abandonen la Escuela y embarquen en nuestras unidades. Después de estos seis años de experiencia y tres promociones de alumnos egresados, queremos pulir deficiencias, revisar contenidos, y mejorar esos mil detalles que siempre surgen.

-¿Cuáles son las especialidades con mayor demanda?

-[A.V.] El ámbito de las Tecnologías de la Información es atractivo para cualquier persona joven y esta es la primera opción natural.

-[D.R.] En nuestra Escuela, la de administración es la especialidad más demandada.

-¿Las nuevas tecnologías han cambiado la forma de enseñar?

-[A.V.] El gran desafío es integrar las tecnologías en la educación. Es un proceso que requiere un equilibrio entre la enseñanza presencial y la virtual. En este equilibrio hay que ponderar la realidad del entorno donde nuestro personal desarrolla su actividad: la mar. Hemos iniciado un programa en nuestra Escuela para cambiar un modelo fundamentado en el triángulo pizarra, sillas y mesa por otro en que el alumno pasa a convertirse en el protagonista de su formación. La tecnología debe estar presente en una enseñanza renovada, no solo en el contenido de las asignaturas, sino también en su gestión y los valores de la organización. Las tecnologías favorecen esta transición al facilitar mayor autonomía y corresponsabilidad. Soy partidario de acelerar la integración de las nuevas tecnologías, incorporan innovación y creatividad tanto para alumnos como profesores. Es la herramienta que facilita al profesor acompañar al alumno en su formación y que desarrolle sus competencias de forma autónoma.

-[D.R.] Por supuesto. La enseñanza a distancia hace ya tiempo que constituye un elemento fundamental en nuestra enseñanza. Nuestros profesores no solo dan clase a alumnos físicamente presentes, sino también imparten clases y tutorías a distancia. Sus alumnos pueden estar en su destino en Rota, en Canarias o en el océano Índico. Pero además de eso, se utilizan continuamente los contenidos digitales en la red de la Escuela o en la Intranet de la Armada, se aprende el manejo de las herramientas informáticas que luego van a utilizar en su vida diaria,  la capacidad de consulta es más ágil que hace unos años. Sí, la tecnología ha cambiado la forma de enseñar.

«Saber aprovechar el talento de los estudiantes es un reto de la Armada»

-¿Cómo valoraría el alumnado que inició en septiembre las lecciones?

-[A.V.] Es significativa la proporción de aspirantes a marineros con una grado de formación elevado. De los dos ciclos que han ingresado en nuestra Escuela a lo largo del presente año, la proporción de titulados con formación de grado universitario ha sido de 50 y de 12 para dos promociones de 171 y 55 hombres y mujeres, respectivamente. Saber aprovechar este talento en la Armada es un reto estratégico.

-[D.R.] Ni más ni menos que como en todos los cursos: muy bien. No ya por su rendimiento académico, sino por algo que es aún más vital: por su entusiasmo, por su interés, por el compañerismo que ya construyen desde los primeros momentos, por la sana competitividad entre ellos.

-A pesar de que todavía no eran directores, ¿qué supuso una visita como la de Felipe VI en marzo a las escuelas?

-[A.V.] Fue de un enorme significado y una gran satisfacción. Supuso un estímulo para todos, profesores y alumnos, y contribuyó a la motivación del personal.

-[D.R.] Supuso palpar el reconocimiento de nuestro Mando Supremo, su interés por nuestra labor. Como militar y marino que es, sabía que estaba visitando no la Fuerza, sino al germen de todas las unidades de la Fuerza, donde se forjan sus hombres y mujeres.

-¿Cuáles son los principales retos de cara al 2017?

-[A.V.] El primero y permanente mantener un equipo motivado. Abordaremos el proceso de evaluación que ordena el Ministerio de Defensa y que este año se centrará en nuestra Escuela. Hemos iniciado su preparación con ilusión. Además, seguiremos mejorando nuestra plataforma de simuladores con una orientación práctica ajustada a los sistemas a bordo de nuestra Flota.

-[D.R.] Finalizar los procesos de revisión de planes de estudios y programaciones didácticas en que estamos inmersos, continuar trabajando en el alistamiento de las diversas embarcaciones con que contamos y que son parte vital de nuestra enseñanza -no en vano estamos ubicados en una estación naval- y en las mejoras de instalaciones que tenemos previstas, ultimar bien la programación lectiva para los meses de enero a abril, particularmente exigente por la cantidad y variedad de alumnos que se incorporan. Y otras cuantas más.