Norte-Sur

Manuel Couce DESDE LA ALAMEDA

FERROL CIUDAD

27 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los socialistas gallegos con sus desavenencias personales están alcanzando notoriedad nacional. Es sabido que su dirección, en la forma de una gestora provisional, no es capaz de hacer entrar en razón a una parte de la militancia. La otra está esperando a que se celebren unas elecciones primarias y un congreso para conocer el futuro de este partido. De ello se quieren aprovechar algunos, que en su fuga hacia delante en vez de exigir lo que dicen los Estatutos prefieren culpar a la presidenta de la gestora, Pilar Cancela, que merece una palma al valor por lo que está aguantando. Especialmente con los vientos que le soplan del sur, por parte de Abel Caballero, con un dramatismo aburrido y que son cuestionados por el fondo y la forma, y que consisten en cambiar la actual gestora por otra a su medida, presidida por Carmela Silva, su delfina, ya vetada por militantes del norte.

Contra esa intención se alzó suavemente el presidente de la Diputación, Valentín González Formoso, y Julio Sacristán, una vez analizada y clasificada la propuesta la desecharon por absurda y volvieron a recordar la obligación de hacer primarias y un congreso, que es donde se regenera por cuatro años la política del partido. Y como dijo Alfonso Guerra, estar en política es hablar claro con la gente. Por lo tanto, no se comprende como se pide un parche sobre otro parche y no se defiende por todos la legalidad, precisamente en estos momentos de hipersusceptibilidad social y política en el país.

Los socialistas en general y los gallegos en particular están sin resolver sus problemas internos y por ahí está la rabia indignada de la militancia y sus votantes. En Galicia -Ferrol no está ni se le espera- con la brecha abierta entre el norte y el sur y Abel Caballero repitiendo lo mío es solo mío y lo vuestro vamos a repartirlo. Es inaceptable por muchos mensajes cifrados que se estén lanzando desde Vigo y que aprovechando esta democracia borrosa se quieren hacer cosas muy mecánicas y poco cerebrales. En cualquier caso, los socialistas del sur han vuelto a jugar sus cargas en Galicia, haciendo de su capa un sayo. Primero fue no ayudando debidamente a sus compañeros en las autonómicas y ahora intentan hacer una gestora a medida. Últimamente la política para ellos no se hace a base de ideología y se hace a base de intereses. De intereses de Caballero, que ha demostrado ser un buen gestor, un buen vigués, sin aclararnos cómo se es buen socialista.