El Paraíso

Ramón Loureiro Calvo
Ramón Loureiro CAFÉ SOLO

FERROL CIUDAD

11 nov 2016 . Actualizado a las 23:05 h.

Entre los innumerables tesoros que Ferrol posee -tesoros de todas clases, en algunos casos casi secretos- brilla también, con luz propia, el fragmento del hábito de San Francisco que se conserva en la Orden Tercera. Una reliquia que a mí, particularmente, no me extrañaría que procediese del desaparecido convento de los Padres Franciscanos. O incluso de esos otros franciscanos que no estaban en Ferrol, pero sí muy cerca: en lo alto de Montefaro, donde aún se conserva algún precioso capitel en el que el santo de Asís aparece predicándoles a los pájaros. El caso es que acaba de venirme esto a la memoria porque Alfredo Martín, el artista ferrolano que tanto ha hecho por mantener viva la Orden Tercera en Ferrol, y que con inmenso cariño ha custodiado siempre la reliquia y el recuerdo del propio San Francisco, está trabajando ya, a estas horas, con el entusiasmo de siempre, en su maravilloso Belén, que volverá a abrirse al público en diciembre. Ya saben ustedes que el Belén de Alfredo Martín, un Nacimiento vinculado también, y especialmente por la parte del corazón, a la Orden Tercera, es único en el mundo. Porque aunque hay muchos belenes en los que las figuras se mueven, muy pocos pueden decir que no lo hacen como autómatas, sino como auténticos actores de una de las más hermosas historias que puedan contarse. En realidad -ya alguna vez lo hemos hablado- las figuras del Nacimiento de Alfredo son marionetas. Y unas marionetas verdaderamente singulares, puesto que los hilos que las mueven no descienden del techo, sino que surgen del suelo. Yo no sé cómo será el Paraíso, pero algo me dice que debe de parecerse a ese Belén bastante.