El Racing vive negado

Antón Bruquetas FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

CÉSAR TOIMIL

Pierde en el último minuto de uno de los partidos más grises de la temporada

07 nov 2016 . Actualizado a las 17:31 h.

Desde el calentamiento hasta que se dio por concluido fue un partido descolorido para el Racing, probablemente uno de los más grises de la temporada. La lesión de Dani Benítez cuando aún ni siquiera había arrancado la función se convirtió en una premonición de todo lo que estaría por llegar. Que no fue poco. El extremo, el jugador más determinante de la plantilla, que había ofrecido un recital el miércoles ante el Osasuna B, golpeó el balón en un par de ocasiones y sintió que la zona del cuádriceps izquierdo en la que había tenido la rotura fibrilar se cargaba sobremanera. Tena la pidió que esperase, que aguantase un poco para ver si las molestias remitían en el momento en el que las primeras gotas de sudor anunciaban que los músculos ya tenían temperatura. Pero a Dani Benítez le seguía doliendo. En ese instante, al Racing se le cayó medio equipo.

Porque el balear es el acento de este Racing. Sin él sobre la hierba, parece un bloque átono, sin chispa, sin energía, completamente anémico. Frente a un Tudelano cojo por una epidemia de bajas apenas fue capaz de generar peligro y, mucho menos, fútbol. Le era imposible desenmarañar la nube de piernas que los visitantes colocaron en la medular. El encuentro era lo más parecido a un atasco. No se movía ni para delante ni para atrás. Para ese Tudelano de circunstancias, aquello sonaba a triunfo. Y es que era al Racing a quien le tocaba darle velocidad a la pelota, era quien debía ponerle el ritmo, la intensidad. O no pudo o no supo, o las dos cosas a la vez.

De hecho, la única oportunidad de fuste apareció a los pocos minutos de que el reloj comenzase a correr. La tuvo Joselu a los cinco minutos. Casi mano a mano con el portero, pero el de Palmeira no atinó a estrenar el marcador. Otra mala señal que emite el conjunto de Miguel Ángel Tena. A Joselu, mermado físicamente en este inicio de curso y, pese a ello, uno de los destacados en la mayor parte de los partidos de esta temporada, le está costando ver puerta en las últimas jornadas.

Si va a necesitar más de una ocasión para embocar, será difícil que consiga hidratar su sequía. Al Racing generar media de las de verdad le supone un reto inabordable. Ayer ni siquiera le ayudó que David Bandera, un hombre con llegada desde la media punta y que en las dos últimas temporadas en Segunda B había firmado 28 goles, flotase a su espalda. Entre Joselu y Bandera en vez de una conexión hubo un cortocircuito. La cosa no mejoró demasiado cuando Bicho se ubicó en el costado izquierdo y Pablo Rey se movió con más libertad a unos metros del nueve.

Al Racing simplemente no le sale nada de cierta trascendencia, vive negado. Puede dar toques insustanciales, puede hacer alguna jugada vistosa, pero nunca en esa parcela en la que se deciden partidos. En ese espacio da la impresión de que a los jugadores se les encogen las botas, que se les olvida que en el fútbol para ganar hay que, de una manera u otra, desbordar al contrario. Y entonces el discurso del equipo se vuelve monótono.

El mejor resumen de lo que ayer se vio en A Malata lo hizo Pagola, el portero del Tudelano. No paraba de agitar los brazos para entrar en calor. Un síntoma inequívoco de que no tenía demasiado trabajo. Brais Pereiro no precisó de esos ejercicios, pero bien los podría haber realizado. Tampoco tuvo que intervenir demasiado en el juego.

Una falta inocente en el medio del campo a un minuto del final desató una tragedia. Poca agresividad a la hora de atacar el centro desde el costado izquierdo y el balón terminó acariciando la red sin que nadie lo tocase. El nefasto epílogo a un día plomizo, otro más en el largo invierno en que se está convirtiendo la temporada para el Racing.

Racing de Ferrol  0 

Brais; José Cruz, Víctor Vázquez, Catalá, Maceira; Álex Felip, Sergio Martín; Brais Abelenda (Armental, min 69), Bandera (Bicho, min 69), Pablo Rey; Joselu.

Tudelano 1

Pagola; Delgado, Meseguer, Lalaguna, Corral, Ibai; Lázaro;, Lizárraga, Chema Mato, Íñigo Ros; Aser Albes (Jiménez, min 78).

Gol: 0-1, min 89: Meseguer, de lanzamiento de falta.

Árbitros: Germán Cid (Colegio Castellano-Leonés) amonestó a Ros, Delgado, Felip, Joselu, Lizárraga y Sergio Martín.

Incidencias: Partido de la jornada octava de la Segunda División B disputado en A Malata ante cerca de 1.500 espectadores.