Los ovnis que el Ejército investigó en Galicia

Álvaro Alonso Filgueira
ÁLVARO ALONSO FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

IAGO GARCÍA

Defensa desclasifica los documentos relativos a cuatro avistamientos registrados en Ferrol, Lugo y Noia

21 abr 2019 . Actualizado a las 18:15 h.

 Uno en Ferrol, otro en la provincia de Lugo y dos más en Noia. En total, cuatro fueron los avistamientos de fenómenos extraños documentados por la sección de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa entre 1962 y 1995. Así está recogido en los expedientes ovni, que desde esta semana se pueden consultar a través de la Red. Los archivos, clasificados hasta 1991, pasaron a ser de consulta pública en la última década del siglo pasado, a través de una copia física depositada en la biblioteca del Ejército del Aire. Gracias a su digitalización, ahora se pueden consultar desde casa en la Biblioteca Virtual de Defensa.

El primer caso gallego y cuarto español, por orden cronológico, es uno en la comarca de Ferrol, ocurrido el 2 de abril de 1966. El resumen recogido en el expediente detalla que un cabo primero, un celador y dos marineros observaron en el cielo, entre las 23.30 y las 0.15 horas, «un objeto voluminoso de luz opaca muy intensa, que variaba de forma cada cinco minutos». Durante tres cuartos de hora el objeto sobrevoló, a 200 metros de altura, la estación de radio de A Carreira, ubicada entre los municipios de Narón y Valdoviño. De hecho, a las 23 horas, un marinero aseguró ver «el mismo objeto» desde la parroquia naronesa de Xuvia.

El cabo realizó una fotografía al ovni, posteriormente fotocopiada, que incluso llegó a ser solicitada por el corresponsal de La Voz de Galicia en la ciudad, aunque finalmente no fue autorizado para su publicación. En ella apenas se aprecia una mancha blanca sobre un fondo negro. Asimismo, existe un croquis con los distintos perfiles de observación, en las que se detalla «forma, tamaño y color del objeto luminoso». El expediente apunta, por último, que «no consta investigación posterior», por lo que «la carencia de los datos más elementales impide aventurar cualquier tipo de hipótesis sobre su posible explicación».

Nave espacial tripulada

El siguiente caso registrado en Galicia se produjo, el 2 de abril de 1969, entre Becerreá y Lugo. Un conductor observó desde su turismo, cuando circulaba por la carretera hacia A Coruña, «un objeto que no debíamos llamar ovni, sino nave espacial tripulada», al hallarse «cerca del suelo», explicaba en una misiva. Se trataba de un ente de unos cinco o seis metros de largo y de apariencia redonda, con un diámetro aproximado de dos metros, «iluminado con una luz fantástica». «Parecía que su exterior era de trocitos, como si fuera gresite [escamas] de múltiples colores», detallaba. Sin embargo, cuando el conductor se bajó del turismo, tras un tramo de curvas, para contemplar el objeto, «este había desaparecido, no sé si por habérsele apagado la iluminación», relataba. La investigación de este avistamiento, al tratarse de una zona de Lugo rica en granito, concluyó que el fenómeno observado podía ser «una ilusión óptica originada por el reflejo del sol en una roca granítica». No obstante, no descarta que las apreciaciones del testigo hubiesen sido objetivas.

El siguiente avistamiento documentado en Galicia no se produjo hasta veinte años después, el 5 de diciembre de 1989. A las 18.48 horas, el escuadrón EVA 10, con base en Noia, comunicó la presencia de un ovni entre la sierra de Barbanza y Sada. El objeto era de «forma lenticular» y circulaba «a poca velocidad», con «gran aparatosidad de luces con tonos brillantes y cambio de las mismas». Desde la torre de Santiago se dispararon alarmas de radio de emergencia, pero en ningún momento se obtuvo confirmación visual del objeto.

Cinco testigos del mismo escuadrón del Ejército del Aire notificaron, a las 8.15 horas del 23 de noviembre de 1993, la presencia de «un núcleo de color verde y una estela en ignición de color blanco». El avistamiento fue de unos 3 o 4 segundos de duración, con una trayectoria rectilínea, una elevación sobre el horizonte de 20 a 30 grados y velocidad «vertiginosa». «Podría tratarse de un meteorito», concluyó el informe.

En total, existen unas 1.900 páginas en 80 expedientes sobre avistamientos de fenómenos extraños dentro del espacio aéreo español. La comunidad con mayor número de expedientes de este tipo, más de una decena, es Canarias. El primero fue localizado en el municipio murciano de San Javier, en 1966.