Las obras del cuartel de la Guardia Civil estarán paralizadas hasta 2017

FERROL CIUDAD

fángel manso

La suspensión de la tarea se debe a una ampliación del presupuesto aún sin aprobar

21 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Los agentes de la Guardia Civil de Ferrol tendrán que pasar otro invierno en casetas de obras. La primera fase de la reforma de los bloques dos, tres y cuatro del cuartel está prácticamente terminada, pero, según la información a la que tuvo acceso La Voz, la empresa Acciona tiene previsto paralizar las obras a finales de este mes. El motivo es una ampliación del presupuesto de algo más de 100.000 euros que el Ministerio del Interior no puede firmar porque el ejercicio económico se cerró a finales de agosto.

De ahí que, según lo previsto, los últimos remates y la entrega de la obra se tenga que retrasar hasta el año próximo año -posiblemente en enero, pero incluso podría demorarse hasta febrero-, cuando lo anunciado era que los trabajos concluirían antes de finalizar 2016.

Fuentes de Acciona, adjudicataria de las obras, reconocieron ayer que «hay cuatro o cinco cuestiones técnicas pendientes con el Ministerio del Interior», añadiendo que estaban motivadas por la «situación del país». De ahí que, a pesar de que los trabajos estén casi finalizados, dado que solo faltan los remates interiores y las pinturas, se desconozca cuándo se va a poder realizar la entrega de los edificios.

Las obras, que dieron comienzo a finales de septiembre del año pasado, con un plazo de ejecución de 12 meses, fueron adjudicadas en su día a Acciona Infraestructuras por 1.319.934 euros, lo que supuso una baja del 40 % respecto al presupuesto de licitación, que había sido de 2.211.686 euros.

En abril de este año, con motivo de una visita del director general de la Guardia Civil, el ferrolano Arsenio Fernández de Mesa y Díaz del Río, al cuartel para ver la evolución de los trabajos, se anunció la posibilidad de un retraso, debido a la aparición de una serie de contratiempos. En concreto, se dijo que las previsiones apuntaban a que la obra no estaría rematada hasta finales de año. Respecto a la modificación del proyecto inicial, debida precisamente a esos imprevistos, se había anunciado que el sobrecoste en ningún caso superaría el 10 % de la cantidad licitada para la rehabilitación.

Malas condiciones

La ampliación de obra que hubo que acometer fue debida a que en el transcurso de los trabajos se descubrió que la estructura de la cubierta estaba en muy malas condiciones y que las fachadas también estaban peor de lo previsto. En uno de los bloques, concretamente en el número dos, los operarios también se encontraron con algo inesperado, un aljibe cuya existencia se desconocía y que se supone que en su día servía para el abastecimiento de agua de todo el cuartel. Fernández de Mesa reconoció entonces que esta tipo de incidencias era normal, porque se trata de unos edificios que fueron construidos en el año 1953 y que nunca se sometieron a obras de mejora.

Con posterioridad a esa visita de principios de abril, la buena marcha de los trabajos de rehabilitación hizo prever que la intervención incluso podría haberse adelantado a finales de noviembre. Y podría haber sido así de no ser por el inconveniente de la falta de aprobación de la ampliación del presupuesto.