Un bolo para exprimir las piernas

Antón Bruquetas FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

CÉSAR TOIMIL

El Celta, plagado de suplentes y chicos del filial, hace sudar al Racing en A Malata

06 oct 2016 . Actualizado a las 12:26 h.

Es otro mundo, otra velocidad, otra intensidad. Hay un océano de distancia entre un equipo, que pelea por encontrar su rumbo en el grupo primero de la Segunda B, y el otro, que no sólo luce en la Liga, sino que se ha ganado el derecho a pasearse por Europa. Y pese a que el Celta que ayer pisó el césped de A Malata era un compendio de suplentes y de futbolistas del filial, al Racing le costó una eternidad seguir el ritmo que le imprimió su rival. Nada fuera de lo común. Era lo esperado. De hecho, Míchel Alonso ya advirtió en la previa de este amistoso que lo afrontarían como un entrenamiento más, como una oportunidad para exprimirse delante de un oponente de máxima exigencia, superior a todo lo que previsiblemente se encontrará el Racing a lo largo de la temporada. Y en esas circunstancias, en un bolo más propio del verano que del mes de octubre, aún hubo tiempo para rastrear algunas pistas del once que se verá el domingo frente al Izarra.

Después de que el Juez de Competición estimase el recurso del Racing por la roja de Víctor Vázquez, Míchel Alonso recupera un efectivo clave para armar su defensa. Sin Víctor Vázquez ni Catalá tendría que reconvertir a un hombre para actuar en la retaguardia. Y de esta manera, y según lo que se apreció en la primera parte, podría apostar por Velayos -aunque el lateral se retiró con molestias y no pudo acabar el encuentro-, Víctor Vázquez, José Cruz y Maceira.

Ayer no les faltó trabajo. Porque ya desde el pitido inicial el Celta apretó los dientes. Salió con ese empuje tan propio de los equipos de Berizzo, a quien le apasiona vivir a tumba abierta. Naranjo probó el palo Brais en un suspiro y después, las constantes combinaciones entre Señé, Pape y Borja Iglesias incomodaron sobremanera a los locales por dentro, donde Catalá, que actuó de mediocentro se esmeraba por taponar las vías de agua.

Sin embargo, el primer latigazo serio emergió desde el costado. Una triangulación explosiva terminó en los pies de Adri que vio la incorporación de Señé al primer palo y le envió un centro medido, al pie, que el 23 no desaprovechó. Después del gol, el Racing trató de sacudirse la presión, de estirar algo sus líneas. Brais Abelenda se esmeraba por buscarle las cosquillas a Lemos, más preocupado en aportar en ataque que en vigilar su espalda. En unas de estas jugadas, Abelenda vio cómo Maceira le doblaba y el lateral, después de recortar hacia dentro, se quedó una notable posición para rematar. No se lo pensó dos veces. Su disparo, sin embargo, salió unos metros por encima del larguero.

Fue un espejismo. El Celta siguió a lo suyo. Presión, desgaste y revoluciones. Señé se hizo gigante. Semejaba que el Celta marcaba las diferencias cuando todo transcurría muy deprisa, pero, en realidad, todo se aceleraba cuando Señé era capaz de, rodeado de contrarios y la pelota soldada a la bota, dedicar algo de tiempo para pensar. Hizo el segundo gol y hasta que fue sustituido ofreció un recital.

En la segunda mitad, tras los cambios, la pachanga estuvo más rota. Sin un dominador, pero el Celta siempre dio la impresión de que no le costaría demasiado esfuerzo volver a marcar.

RACING   0

Brais; Velayos, Víctor Vázquez, José Cruz (Felip, min 45) , Maceira (Borja Freire, min 45); Catalá, Sergio Martín; Julio Delgado, Pablo Rey (Bicho, min 45), Brais Abelenda; David Bandera (Armental, min 45).

CELTA DE VIGO   3

Sergio Álvarez (Iván Villar, min 45); Lemos, Costas, Fontás, Adri; Pape, Ros (Mera, min 61); Brais (Joao, min 45 (Gus, min 79)), Señé, Naranjo; Borja Iglesias (Hicham, min 45).

Goles: 0-1, min 16: Señé; 0-2, min 25: Señé; 0-3, min 66: Adri.

Árbitro: Javier Iglesias Villanueva (Colexio Galego). Sin amonestados.

 Incidencias: Partido amistoso disputado en el estadio municipal de A Malata ante aproximadamente 500 espectadores.