Cuando el talento se lleva en los genes

FERROL CIUDAD

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El chelista ferrolano Pablo Teijeiro Galdo, que acaba de ganar un premio nacional,  se ha convertido en la nueva promesa de una saga familiar especialmente dotada para la música

27 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Pablo Teijeiro Galdo estaba predestinado a enamorarse de la música sin remedio. Hace ya muchos años, su abuelo, Pastor Vigo, arrasaba tocando el acordeón junto a su hermano en las fiestas de Meirás. Su tío, el reputado pianista ferrolano Pablo Galdo, ha cosechado aplausos en más en más de treinta países de todo el mundo y ante personalidades como el mismísimo sultán de Omán. Y su madre y su hermana -Graciela y Cristina- también son maestras en el arte de hacer magia con las teclas. Las dos ganaron el premio Gregorio Baudot de piano y las dos dedican su vida a la música. Graciela la enseña a diario en el IES Terra de Trasancos de Narón, además de dirigir los coros Solidarium y Lembranzas da Terra, mientras que Cristina estudia el grado superior de piano en A Coruña, donde también da clases particulares a niños.

«Supongo que esto es algo que me viene de familia, pero de pequeño ya sabía que quería dedicarme a la música, es algo que tengo muy claro desde siempre», dice Pablo con una seguridad pasmosa para sus 15 años. Tal vez esa confianza en sí mismo fue lo que hace pocos días le llevó a alzarse en Alcañiz (Aragón) con el tercer premio del Concurso Nacional Jaime Dobato Benavente, el certamen de referencia para las nuevas promesas del violonchelo en España. «No pensaba llegar a la final, porque el nivel era altísimo, así que estoy muy contento», comenta satisfecho Pablo, que fue el único concursante gallego en un certamen en el que estuvieron representadas nueve comunidades.

Tras dejar en trance al jurado de Alcañiz, el joven músico regresó a Ferrol con un galardón que viene a dar todavía más brillo a un curriculum que ya quita el hipo de por sí. Y es que este no es el primer reconocimiento que cosecha Teijeiro Galdo con las cuerdas de su chelo. Con 12 años se llevó el premio infantil David Russell de Vigo -en el que participaron 70 niños y jóvenes de España y Portugal- y, más recientemente, junto a su hermana Cristina como acompañante, se aupó al segundo puesto del podio en el concurso Soncello.

Primero fue el piano

Pablo despunta ahora con las cuerdas, pero el primer instrumento que tocó no fue el chelo, sino el piano. Su madre le daba clases en casa desde los cuatro años, pero, al soplar las velas de los ocho, una visita al Conservatorio Xan Viaño de Ferrol le hizo cambiar de opinión. «Cuando vi el chelo por primera vez y lo escuché en directo me gustó tanto que le dije a mi madre que quería cambiar de instrumento», recuerda el joven talento.

Ahí comenzó un camino de formación que continúa hoy en día. Además de asistir a clases de cuarto curso de grado profesional con Pablo Ponga, su profesor en el Xan Viaño de Ferrol, Teijeiro también viaja a Santiago todos los fines de semana para empaparse de las enseñanzas de Thomas Piel, violonchelista de la Real Filharmonía de Galicia.

Pero que nadie piense que Pablo es un bicho raro. «La verdad es que le dedico muchísimas horas a la música, pero aún así tengo tiempo para estudiar, para salir por ahí con mis amigos y hasta para practicar esgrima en el club Tres Armas de Ferrol; empecé el año pasado y ya participé en los campeonatos gallegos», cuenta encantado.

Aunque su nueva afición lo tiene engatusado, Pablo no sueña con convertirse en un gran espadista. Está empeñado en dedicarse profesionalmente a la música y su ambición apunta alto. «Mi máxima aspiración es llegar a ser solista», comenta ilusionado. Por eso sus padres ya planean enviarlo a estudiar a Alemania, donde se encuentra «la mejor escuela chelística que existe hoy en día», según advierte Graciela Galdo, su madre. Ella tiene claro que Pablo está hecho para el escenario. «Ante el público se crece y demuestra un temple impresionante».

EN CORTO

En la sangre. El abuelo de Pablo tocaba el acordeón; su madre da clases de música en el Terra de Trasancos y su hermana Cristina estudia el grado superior de piano en Coruña.

Sus ídolos. Le apasionan Chaikovski, Brahms y Rachmaninoff, pero también grupos modernos como Apocalyptica, 2cellos y Mägo de Oz.