El palco de la música

José Picado DE GUARISNAIS

FERROL CIUDAD

24 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay pueblo que se precie que no tenga un palco de la música. O varios. En Galicia hay cientos de palcos de la música. Los hay grandes, pequeños, de madera, de hormigón, los hay de ciudad y de campo. Presentan multitud de formas y, si se fijan bien en ellos, verán que muchos nos indican para qué tipo de música fueron diseñados. Hay palcos en los que suena muy bien la banda municipal. Otros son más bien para verbenas o sesiones vermú. Incluso hay palcos de música en los que jamás toca nadie y se usan para los mítines políticos o para que celebren los trofeos los equipos de fútbol locales.

Hasta el momento han sido inventariados más de cien por parte de un equipo de entusiastas del patrimonio, encabezados por un arquitecto y un historiador de Salvaterra do Miño, quienes los «cuelgan» en su correspondiente blog.

Ni que decir tiene que el palco de la música de Ferrol está en esa lista, ¡claro que está! Porque Ferrol tiene un excelente palco de la música, en el que casi nunca se toca música.

El palco de la música ferrolano fue diseñado en 1898 por Manuel Riva y de Soto, quien fuera arquitecto municipal desde 1874 hasta 1900. Riva y de Soto, también autor del teatro Jofre, utilizó el modelo británico de la casa Walter McFarlan, patrón también usado para los palcos de A Coruña y Tui. Se trataba de una original estructura metálica y de madera a la que se incorporaron, ya entrado el siglo XX, el ladrillo y el hormigón (¡cómo no!). Se dice en una reseña turística que «cuenta con planta poligonal, cobertizo de hierro colado con columnillas que flanquean las barandillas laterales, ménsulas y cubierta de zinc con soportes férreos; la escalera se añadió con posterioridad». Lo simpático del asunto es que este palco de la música de aire inglés fue costeado por el municipio en una época en la que no había banda de música municipal. Se hizo para que tocaran las bandas militares del Tercio Norte y la del Regimiento de Infantería. Ahora Ferrol cuenta con banda municipal, pero a esta banda, como a la mayoría de las bandas musicales vecinas, ya no les gusta tanto tocar en los palcos de música; que si son pequeños, que no va demasiado público, que sopla con mucha fuerza el aire, que no se oye bien? El caso es que a las bandas les gusta ir a tocar a las plazas, ir a los barrios, tocar en el patio de armas del Castillo de San Felipe, en teatros y auditorios, e incluso hacer pasacalles, lugares todos ellos que están muy bien para escuchar un concierto. Pero no se deben olvidar del palco de la música noble y culto que ha visto pasar por sus alrededores un siglo de historia, al que ahora parece querer subirse el presidente Canalejas a improvisar uno de sus discursos políticos.