Ferrol ya tiene vino: el Astillero

Bea Abelairas
Bea abelairas FERROL

FERROL CIUDAD

ANGEL MANSO

Bodegas El Paraguas presenta el 27 de septiembre las primeras 47 botellas de una parcela de Esmelle, y los vecinos serán los primeros en catarlo

02 sep 2016 . Actualizado a las 11:35 h.

Ferrol ya tiene su propio vino. El viñedo es aún muy joven, poco más de tres años, pero crece con alegría en Esmelle y la primera vendimia de la historia ya está embotellada: 47 botellas con un nombre bien de la tierra, El astillero. Este es solo uno de los frutos de la bodega El Paraguas, proyecto de Felicísimo Pereira (enólogo y presidente del consejo regulador de O Ribeiro) y del ferrolano Marcial Pita. «Los primeros en probarlo serán mis vecinos de Esmelle», anuncia Marcial sobre una cata muy festiva que será el 27 de septiembre en la aldea en la que familia de Marcial lleva muchas generaciones.

Las botellas nacen de 60 kilos de uva, de la variedad blanco lexítimo, la más antigua de Galicia y autóctona del área atlántica. Vendimiaron en septiembre del año pasado, así que justo un año después se podrá probar el paisaje embotellado del que ya está catalogado como el viñedo más septentrional de Europa.

Proyecto de I+D

La idea de plantar vino en Esmelle fue de Marcial, pero en el buen gusto que dejan las primeras catas queda patente la mano de Felicísimo Pereira y el trabajo de investigación que han desarrollado con el Centro de Formación e Experimentación Agroforestal de Guísamo, dependiente de la Consellería de Medio Rural y gracias al que se da un paso más allá en la recuperación de la famosa uva del vino de Betanzos y que estaba denostada hasta hace nada. Hasta Raúl Pérez, que recibió el título de mejor enólogo del mundo, se ha interesado por esta variedad, que vino a buscar a las laderas brigantinas para elaborar en su bodega de El Bierzo.

«El astillero será un vino hecho en el 2020, cuando las plantas sean menos jóvenes, pero ya está muy bien», recalca Marcial.

En Esmelle los grandes enemigos de las uvas son la lluvia y el viento del norte o del nordeste, aunque también aportan una salinidad especial a unas parcelas que el cambio climático ha ido domando para la viticultura. Por eso los creadores del Paraguas apostaron por dos que suman media hectárea y de las que esperan sacar añadas de una producción selecta y limitada (no más de un millar de botellas), aunque también tienen en cuenta que algunos años duros el tiempo se llevará la cosecha por delante. El resto espera posicionarse como sus otros vinos, que cada año escalan puestos en la lista Parker y han llegado a cartas bien exigentes, como la de los cocineros Martín Berasategui o Arzak.

La varita mágica del presidente de la D. O. de O ribeiro

La idea de plantar vino en Esmelle fue de Marcial. Guiado por el corazón hacia una aldea en la que su familia tiene raíces desde hace varios siglos. «Hace nueve o diez años que empecé a darle vueltas a plantar este viñedo, las vides aún son muy jóvenes, pero el resultado del vino es muy especial gracias a la varita mágica de Felicísimo Pereira», cuenta sobre una creación que lleva el sello del enólogo de O Ribeiro que además es el presidente de la D.O. Felicísimo hace con Marcial otros vinos ya bien asentados en el mercado, como El Paraguas y Fai un sol de carallo (el más caro de O Ribeiro). Y tienen otra novedad: La Sombrilla 2015, un vino de pago diseñado a partir de un viñedo que está situado en lo alto del municipio de Ribadavia y posee un suelo granítico. Será otra edición cuidada y limitada, de solo 1.500 botellas.