Limpieza

Antía Urgorri Serantes
Antía Urgorri CRÓNICA CIUDADANA

FERROL CIUDAD

29 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La limpieza en una ciudad es, sin duda, su mejor carta de presentación. Es la imagen que los turistas se llevan de la urbe, y la que tienen aquellos que viven en ella los 365 días del año. No siempre es fácil tener las calles de la ciudad impolutas, sobre todo en verano, cuando hay más gente paseando, los niños no tienen clase y los espacios públicos acogen gran cantidad de actos festivos y de ocio. En el suelo muchas veces quedan bolsas de pipas, envoltorios de helados e incluso alguna que otra cajetilla de tabaco.

Los gobernantes municipales deberían poner hincapié en la limpieza de la ciudad, y en este caso, en la de Ferrol, para que esta no se resintiese en los meses en los que la urbe naval recibe a mayor número de turistas y veraneantes. El buen tiempo que ha predominado en lo que va del estío ha ayudado a que las calles se encuentren repletas de gente a cualquier hora del día, y ver algunas vías del centro y de la fachada portuaria, llenas de residuos, no es agradable. Incluso algún que otro contenedor a rebosar.

La misma imagen provoca la maleza en muchos puntos de la zona rural. En algunos municipios, no solo en Ferrol parece que la retirada de hierbas ha llegado más tarde que otros años, y en algunas zonas ni siquiera se ha hecho. Eso da como resultado una imagen de descuido y abandono de un área de la ciudad por la que pasan a diario cientos de personas que acuden a las playas de la ciudad a refrescarse.

Para que un servicio público funcione, es importante mirar la gestión con lupa, sobre todo si se trata de la limpieza de la ciudad. No hay nada peor que una urbe que no luce limpia en verano.