Según explicó, en el supuesto de que se localice esa ubicación que resulte del agrado de todos los implicados, será necesario poner el asunto en manos de los técnicos, que son los que tienen que decidir que zona de acota y las condiciones del cerramiento, ya que será un espacio en el que los perros puedan andar sueltos libremente.
Mientras esto no ocurre, los propietarios de perros siguen insistiendo en la necesidad de cumplir un demanda que crece día a día, ya que cada vez son más familias las que tienen mascotas y un mayor número de ellas.