Verano

Antía Urgorri Serantes
Antía Urgorri CRÓNICA CIUDADANA

FERROL CIUDAD

07 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Es tiempo de playa y sol. De terrazas y fiestas. De comer pulpo, percebes y otras exquisiteces. De admirar la costa, de surfear las olas y de tumbarse en las dunas. De montarse en un barco para recorrer el litoral, de acudir a un museo y de admirar una exposición.

Es tiempo de que lleguen peregrinos, de que atraquen cruceros, de que se llenen los hoteles de la ciudad, de alquilar bicicletas para recorrer los paseos de A Malata y Caranza, de que los niños jueguen en Amboage y en Armas, de mirar escaparates, de hacer picnic en un pinar de Doniños.

La ciudad, en concreto, y Ferrolterra en general, ofrecen en esta época del año un sinfín de posibilidades para exprimir el verano al máximo. Pero el verano también es tiempo de trabajar por y para Ferrol.

Es tiempo de cerrar los presupuestos municipales, como se había dicho, de garantizar que la ciudad tendrá un proyecto económico para la segunda mitad del año; es tiempo de terminar las obras de la red de saneamiento que garanticen la depuración integral de la ría, de que los mariscadores puedan retomar las campañas de extracción de antaño, de que se pongan en marcha obras terminadas y sin inaugurar como la pérgola y el ascensor de San Francisco; de que la proximidad de las elecciones autonómicas no empañen la gestión municipal; de arreglar baches y caminos; de habilitar plazas de aparcamiento; de mejorar el transporte público en la ciudad; y de avanzar.

El verano es una época idónea para disfrutar y relajarse pero también para trabajar, para lograr hacer de Ferrol una ciudad con la calidad de vida que se merece.