Entre el tiempo de esta semana y el vivido en invierno, se supone que por el medio se ha desarrollado una estación que se hace llamar primavera. Esa que se caracteriza por el entretiempo, ya saben, un tiempo cambiante y caprichoso que lo mismo deja lluvia que sol. Aunque en el caso de la primavera que llegará a su fin en tres semanas, del sol apenas ha habido rastro y las temperaturas y las precipitaciones han sido más propias del invierno que de la época actual.
Pero todo eso parece que va a cambiar, y que las altas presiones han decidido instalarse en la zona, lo que dejará, al menos de momento una semana de tiempo soleado y altas temperaturas que en unos días podrían llegar a los 30 grados, en lo que podría considerarse como la primera ola de calor desde hace un año.
A estas alturas del ejercicio pasado, la situación era algo diferente. La primavera fue una de las más secas de los últimos treinta años, y en los primeros días de mayo se inició una temporada seca, que se prolongó hasta finales de año, con solo dos meses húmedos, agosto y octubre. Incluso, se declaró la prealerta por sequía.
EDe momento, y con las lluvias que han caído en los pasados meses no parece que vaya a haber problema en los embalses a corto o medio plazo. Con ese tiempo casi invernal no es de extrañar que las playas de la zona se hayan llenado estos días con la visita de los primeros bañistas. En comparación con otros arenales de Galicia, las de Ferrol se encuentran en muy buen estado, salvo las de Caranza y A Cabana, donde no es posible el baño.
Bienvenido sol.