Brotes verdes en A Magdalena

Rocío Pita, Carla Elías LA VOZ

FERROL CIUDAD

CÉSAR TOIMIL

Cada vez más jóvenes eligen el centro para vivir y reactivan el mercado inmobiliario

18 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Todavía son excepción, pero cada vez menos. Frente al envejecimiento y la despoblación galopante del barrio más céntrico de Ferrol surgen los primeros brotes verdes en forma de nuevos habitantes. Son jóvenes que apuestan por vivir en A Magdalena y que están reactivando el mercado inmobiliario. Ni el deterioro de sus edificios, la falta de servicios, de aparcamiento o las trabas para hacer obras en sus nuevos hogares disuaden las intenciones de una generación que ve en el casco histórico ferrolano más ventajas que inconvenientes.

El primero, el precio de la vivienda. En una zona sin posibilidades de expansión urbanística es imposible encontrar vivienda nueva. Si acaso rehabilitada. Pero la mayor de los casos, se trata de viviendas antiguas, muchas veces en mal estado, que son los nuevos propietarios quienes tienen que encargarse de su arreglo. Más lío, pero doble ventaja: precios más bajos -pueden encontrarse auténticas gangas de apenas unas decenas de miles de euros- y la posibilidad de diseñar y acondicionar al gusto de cada cual el interior de su nuevo hogar.

Bien de Interés Cultural (BIC) desde el año 1994 y exponente de la ciudad ilustrada del siglo XVIII A Magdalena es muchas veces más un problema que un beneficio para sus residentes. Es el séptimo barrio por población de Ferrol con poco más de 5.000 habitantes, lo que supone en torno a un 7 % del padrón del municipio, y la edad media según los datos oficiales ronda los 50 años.

Regeneración urbanística

En A Magdalena han decidido instalarse Cristina Cotovad, y Diego Gutiérrez. Aportan ilusión y una defensa implícita del barrio. Y lo que es más importante: proyectos de futuro de vida que insuflarán savia nueva a un Ferrol histórico en horas bajas. Pero hay muchos más. Eso se advierte a pie de calle y en una apuesta cada más fuerte por la rehabilitación.

La regeneración urbanística es vital en un barrio en el que según los últimos datos oficiales hay al menos unos cuarenta edificios en estado ruinoso o con riesgo de desprendimiento. De la importancia cultural y arquitectónica de la tableta de chocolate que forma la trama de A Magdalena y de su contenido hablan los casi seiscientos edificios que cuentan con algún grado de protección en sus 329.000 metros cuadrados de superficie.