«La Escudería Ferrol fue fruto de una ilusión»

JOSE VALENCIA FERROL / LA VOZ

FERROL CIUDAD

Luis Taboada y Carlos Cagiao mantienen el contacto con la actual directiva de la escudería automovilística ferrolana.
Luis Taboada y Carlos Cagiao mantienen el contacto con la actual directiva de la escudería automovilística ferrolana. ÁNGEL MANSO

Las primeras pruebas que organizaron fueron gincanas en los alrededores de la Plaza de España

08 may 2016 . Actualizado a las 22:27 h.

Carlos Cagiao y Luis María Taboada son la historia viva de la Escudería Automovilística Ferrol. La fundaron en el año 1963 y posteriormente pusieron en marcha el Rali de Ferrol, del que recientemente se disputó ya su 47º edición.

-¿Qué recuerdan de la fundación de la escudería

-(Carlos Cagiao) Ya pasaron muchos años, era 1963 y yo entonces era muy joven. Éramos varios amigos, el propio Luis Taboada, Freixo, Luis Constenla, que después se murió en un accidente de tráfico, y entre todos decidimos que había que hacer algo relacionado con el motor. Yo en aquella época tenía un taller de reparación de automóviles y después acabé haciéndome mis propios coches para competir. Nos ayudó mucho Emilio Jáudenes que era militar. Luis sabe un poco más de estos primeros años, ya que a mí las neuronas comienzan a fallarme.

-¿Por qué una escudería automovilística si ninguno de ustedes corría ralis?

-(Luis Taboada) Fue curioso, ya que cuando decidimos hacer la escudería no es que no participásemos en ralis, es que solo unos pocos de nosotros tenían coche. Todo fue debido a que aquel mundo del motor nos gustaba porque lo habíamos visto en algún lado. Dijimos vamos a hacer una escudería, aunque unos segundos más tarde nos dimos cuenta de que solo éramos cuatro pinachas y que no teníamos ni un duro. Era tan solo una ilusión y así nació la Escudería Ferrol.

-¿Cómo fueron los primeros pasos?

-(L.T.) Es curioso, ya que en lo primero que pensamos fue en cuál iba a ser el anagrama de la escudería. Dijimos un volante, muy bien, pero nos quedaba un poco soso y le pusimos unos laureles. Ese anagrama todavía se mantiene hoy en día. El segundo paso fue buscar un local social en el que vernos. Un señor nos cedió un sitio.

(C.C.) Yo recuerdo que alguien no había cedido en sótano en la calle del Sol. Creo que era un bar.

-¿Cuáles fueron las primeras actividades?

-(C.C.) Hacíamos gincanas en la plaza de España, yo tenía un 600, otros un Daufín, incluso un Gordini. Poníamos mesas con una milhojas y era un poco un juego, ya que el copiloto tenía que darle de comer al piloto, había que levantar el coche y sustituir una rueda. Después ya hicimos unas gincanas más serias, conseguimos unos cronómetros y había tiempos. Por cierto, yo las ganaba casi todas con un 600 que había hecho yo mismo. Volaba con aquel coche, andaba muy bien. Recuerdo que alguna vez lo puse a 160 kilómetros por hora.

-¿Alguno compitió a nivel oficial?

-(C.C.) Yo corrí los primeros ralis de Ferrol aunque era un piloto del montón. Recuerdo que siempre me daban el dorsal número 13, aunque después siempre acababa de séptimo u octavo.Yo no era de los muy buenos pero cuando yo pasaba la gente se ponía de pie para verme, era de los que ponían el coche sobre dos ruedas.

-¿Cómo nació el primer Rali de Ferrol?

-(L.T.) Cuando decidimos hacer un rali yo fui uno de los que me opuse en la junta, pensaba que era mejor empezar por subidas cronometradas o algo así para adquirir experiencia, aunque la mayoría de la gente dijo que había que lanzarse. Hubo muchos problemas, buscar cronómetros adecuados, hacer un curso para saber manejarlos. Fuimos aprendiendo poco a poco.

-¿Y el primer Rali de Ferrol?

- (C.C.) No recuerdo bien, vinieron 30 o 35 coches, no más. Recuerdo que lo ganó Carlos Arrojo, que corría con un 600 pero que tenía un motor de un Seat 1430. Era increíble, el motor le salía por la parte de atrás, 15 o 20 centímetros. Yo como profesional del ramo del motor, aquello me sorprendió.

-¿Cómo consiguieron el dinero para hacer el rali?

- (C.C.) Íbamos por los bares, poníamos vallas publicitarias en el parque cerrado en el Cantón, que vendíamos a 25 o 30 pesetas. Yo era el vicepresidente de la escudería y quien me encargaba de buscar dinero.

-¿Qué sienten cuando ahora ven el Rali de Ferrol puntuable para el Campeonato de España?

-(C.C.) Estamos orgullosos y agradecidos por la labor que se está haciendo. Yo sigo colaborando con ellos desde hace años, suelo estar en el parque cerrado, abro la puerta por la que salen los coches y estoy en la oficina.